La vida de Britney Spears ha estado llena de desafíos; a pesar de que la fama la abrazó desde joven, el precio que ha tenido que pagar es considerable. Tras atravesar varios colapsos mentales en 2008, un tribunal determinó que no era capaz de velar por sí misma y, por lo tanto, requería un tutor legal, aún siendo adulta. Así, su padre James Parnell Spears asumió el control de su vida tanto personal como profesional.
En agosto de 2020, la cantante comenzó una lucha legal por recuperar su autonomía y presentó una petición para que su padre ya no fuera su tutor. Desafortunadamente, la corte de Los Ángeles falló en su contra.
Britney dejará la música
La jueza Brenda Penny, encargada del caso, se negó a suspender la tutela y afirmó que tanto Britney como su fortuna, valorada en 60 millones de dólares, permanecerían bajo la supervisión del señor Spears. Sin embargo, también mencionó que está dispuesta a considerar los argumentos futuros que el abogado de la artista, Samuel D. Ingham III, planea presentar en la próxima audiencia el 16 de diciembre.
Para la Princesa del pop, esta decisión no es suficiente, ya que, ante esta resolución, expresó que dejará la música hasta que obtenga su libertad plena.
Mi cliente me ha comunicado que teme a su padre y que no regresará a los escenarios mientras él dirija su carrera.
—Samuel D. Ingham III
Las señales de alarma
Millones de fanáticos en todo el mundo solicitan a la corte de Los Ángeles que libere a la cantante bajo el hashtag #FreeBritneySpears, pues expresan su preocupación por su estado, comentando que ya no es la misma y ha perdido su brillo.
Para muchos, las señales de alerta son claras: a sus 38 años, le está prohibido votar, casarse, tener más hijos, gastar dinero, contratar a sus propios abogados, usar el celular o comunicarse con cualquier persona sin autorización. Incluso, sus seguidores creen que los videos y fotografías en su Instagram son un llamado de auxilio, ya que se le observa desaliñada y triste.
Todos esos conspiranoicos no saben nada; el mundo no tiene idea. Depende de la corte de California decidir lo mejor para mi hija. No es asunto de nadie. Cada año tengo que informar sobre cada centavo a la corte, ¿cómo podría robarle su dinero? Amo a mi hija, amo a todos mis hijos, pero este es nuestro asunto, es privado.
—James Parnell Spears
Así se defendió James, mientras que su madre, Lynne Spears, solo ha comentado que este asunto ha devastado a toda la familia porque nunca imaginaron que llegaría tan lejos.
