Britney Spears tenía apenas 16 años cuando lanzó su primer sencillo, «Baby One More Time», en 1998. La canción dominó las listas a nivel global y se convirtió en un icónico éxito en todo el mundo, logrando vender más de 10 millones de copias.
Más de 20 años después, la princesa del pop se presentó ante la corte para intentar recuperar el control sobre su vida, después de que su padre, James Spears, asumiera el poder sobre su carrera, finanzas y aspectos personales durante los últimos 13 años.
La audiencia de Britney se llevó a cabo ayer en Los Ángeles, siendo la primera vez que la artista pudo expresar, con sus propias palabras, su preocupación sobre la controversial tutela legal de su padre.
“Solo quiero que mi vida vuelva. Han pasado 13 años y es suficiente”.
“He mentido y le he dicho a todo el mundo que estoy bien, que soy feliz. He estado en negación, en shock. Estoy traumatizada. No soy feliz, no puedo dormir, estoy muy enojada. Y estoy deprimida, lloro todos los días”.
“Esta tutela me hace más daño que bien. Merezco tener una vida”.
La intérprete de «Toxic» también habló sobre su deseo de casarse con su novio y tener un hijo, pero que la tutela de su padre se lo impide. Además, afirmó que la tutela le ha negado la posibilidad de retirar el dispositivo intrauterino (DIU) para poder quedar embarazada.
“Me siento atada, abusada, excluida y sola. Merezco tener los mismos derechos que cualquier otra persona, merezco tener hijos, familia y todo lo demás”.
Britney declaró que fue forzada a salir de gira por sus administradores, además de que intentó negarse a la residencia en Las Vegas. Dijo que su terapeuta fue engañada para creer que ella no estaba tomando sus medicamentos y que no cooperaba.
También mencionó que la obligaron a tomar litio, un medicamento utilizado para tratar el trastorno bipolar, a pesar de que ella se negó en múltiples ocasiones, afirmando que le causaba desorientación y dificultades para comunicarse de manera coherente.
La respuesta del público, así como la de sus seguidores y varias celebridades, incluyendo a Mariah Carey, Rose McGowan y Justin Timberlake, ha sido en apoyo a Britney, demandando el fin de su trato inhumano.
Sam Asghari, el actual novio de Britney, publicó una imagen en Instagram con una camiseta que decía “Free Britney”, el popular movimiento que millones de fans en todo el mundo han promovido para liberar a la cantante de la polémica tutela.
Tras su testimonio, el juez informó a los abogados de Britney que tienen la opción de solicitar una petición formal para finalizar la tutela, mientras que el abogado de James Spears expresó que su cliente se siente apenado al ver sufrir a su hija y espera poder reunirse con ella pronto.
