Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 continúan sorprendiendo al mundo entero, tanto por el desempeño de los atletas como por las historias y lecciones de vida que nos brindan, como lo demostraron Mutaz Essa Barshim, de Catar, y Gianmarco Tamberi, de Italia.
Estos atletas empataron en el primer lugar en salto de altura. El jurado les ofreció la oportunidad de realizar un salto adicional para desempatar y demostrar quién era el mejor del mundo, pero decidieron no hacerlo. En su lugar, compartieron la medalla y el espacio en el podio, impartiendo una valiosa lección de vida a todos los espectadores, y ganándose, por supuesto, el respeto y la admiración de los internautas.
-Mismas alturas superadas.
-Mismos nulos fallidos.
-Mismo ESPÍRITU OLÍMPICO.#JJOOTokio2020 #EspirituOlímpico #Italia #Qatar #Respeto #Respect pic.twitter.com/qtZHv1nnIc
— Ay Alancito!🤦🏽♂️ (@Alanitur) 3 de agosto de 2021
Después de una agotadora competencia de dos horas en salto de altura, Mutaz y Gianmarco quedaron empatados. Ambos superaron las mismas alturas y cometieron los mismos fallos. Su participación finalizó con saltos de 2,37 metros, sin intentos fallidos hasta que decidieron intentar superar los 2,39, lo que resultó en el empate por el primer lugar.
Ante la posibilidad de que solo hubiera un ganador, el juez presente le dijo a Mutaz que podía intentar saltar de nuevo para superar a su colega, algo que cualquier otro atleta habría aceptado para demostrar su capacidad. Sin embargo, él se negó y preguntó qué pasaría si ambos quedaban empatados. El juez, sonriendo, le informó que ambos podrían llevarse a casa la medalla de oro.
Mutaz aceptó la propuesta de compartir la medalla con su colega, y el mundo se rindió ante ellos, ya que con un simple gesto demostraron el verdadero significado de los Juegos Olímpicos: no se trata de ser el mejor, sino de ayudarnos mutuamente a ser nuestra mejor versión.
Gianmarco no podía creer lo que estaba sucediendo, ya que su colega estaba dispuesto a compartir el primer lugar con él. Solo pudo gritar de emoción y echarse al suelo a llorar, abrumado por las emociones que inundaban su mente y su corazón.
Al final, ambos se abrazaron, recorrieron la pista llevando las banderas de sus países a cuestas y subieron al podio para recibir sus medallas de oro. Es importante mencionar que Maksim Nedasekau, de Bielorrusia, se llevó el bronce. Él también saltó 2,37 metros, pero tuvo más intentos fallidos a lo largo de la competencia.
“Es uno de mis mejores amigos, no solo en la pista, sino también fuera de ella. Trabajamos juntos. Esto es un sueño hecho realidad. Es el verdadero espíritu, el espíritu deportivo, y estamos aquí transmitiendo este mensaje.”
– Mutaz
¿Sabías que, según datos de la BBC, las medallas de oro compartidas han ocurrido en 30 ocasiones en los Juegos Olímpicos de verano, especialmente en la categoría de gimnasia, pero no en atletismo? Por eso, la experiencia que Mutaz y Gianmarco regalaron al mundo es un hecho inolvidable.
