Si hay algo que hemos aprendido en esta vida, es que «Padre no es el que engendra, sino el que cría con amor, respeto y paciencia». Esta frase describe a todos los hombres que se han atrevido a ser padres de pequeños con los que no tienen conexión alguna en su árbol genealógico, pero sí a nivel espiritual y emocional, como Gonzalo Egas, quien asumió la custodia del hijo de su expareja.
Durante cinco años, Gonzalo mantuvo una relación romántica con una mujer llamada Wilma González, quien tiene un hijo de una relación anterior. Con ella, Gonzalo formó un vínculo estrecho con el pequeño, al punto de asumir su custodia.
Todo comenzó hace algunos años, cuando Gonzalo se enamoró de Wilma, con quien tuvo una relación de cinco años.
Wilma tiene un hijo llamado Noah, fruto de una relación anterior. Con Noah, Gonzalo descubrió su lado paternal de una manera especial. Ganó su confianza, respeto y cariño, disfrutando de paseos, deportes y ofreciendo consejos ocasionales.
Finalmente, Gonzalo y Wilma terminaron su relación por razones que solo ellos conocen. Sin embargo, Noah se oponía a desvincularse de Gonzalo, a quien consideraba un verdadero padre. Wilma no se opuso a que continuaran viéndose, reconociendo cuánto valoraba su hijo a su expareja.
Lo que nadie esperaba es que Noah le pidiera a Wilma que Gonzalo fuera su padre legalmente. La solicitud la tomó por sorpresa, pero le aseguró que si era lo que quería, lo apoyaría y hablarían con Gonzalo al respecto.
Así fue, Noah le pidió a Gonzalo que le permitiera llevar su apellido de forma legal. Él aceptó con alegría y honor. Ahora Noah lleva el apellido de Gonzalo, pasan dos semanas al mes juntos y él siempre está dispuesto a apoyar al niño que le enseñó el verdadero significado de la paternidad y el amor incondicional.
Sabe que Gonzalo es el padre que realmente lo cuida, que está presente en su día a día, su auténtico papá (…) Agradezco mucho a Gonzalo por ser su figura paterna; me encanta la relación que tienen, que se han elegido como padre e hijo. En algún momento pensé en irme del país y parte de los motivos para quedarme fue por la relación entre Gonzalo y Noah. Mi hijo no puede imaginar su vida sin su papá.
– Wilma González
