Si eres una chica apasionada por el maquillaje pero aún no dominan todos los trucos para convertirte en una experta, es fundamental que sepas que las brochas (a diferencia del rímel o las sombras) cuentan con una vida útil mucho más duradera. Por ello, es crucial que desde el momento en que las adquieras, comiences a ofrecerles un cuidado especial.
Y, a diferencia de lo que probablemente estás pensando, no necesitas muchos productos para mantenerlas en excelente estado. Descubre todo lo que necesitas saber y aprovecha tu tiempo libre para revitalizar aquellas brochas que tenías olvidadas en el cajón de tu tocador.
1. Identifica cada tipo de brocha
Aunque todas se vean similares (o casi iguales), es importante que reconozcas que cada una es diferente según el tipo de producto que aplican. Por eso, es vital que las identifiques.
- Brochas de maquillaje: Estas son las que usamos con productos líquidos o en crema; deben lavarse una vez cada dos semanas, o una vez a la semana si se utilizan con frecuencia.
- Brochas para polvos: Las brochas utilizadas para aplicar maquillaje en polvo, como iluminadores, sombras o polvos traslúcidos, deben lavarse una vez al mes.
- Brochas de fibra natural: Este tipo de brochas requieren un cuidado especial; si se lavan con demasiada fuerza o no se cuidan adecuadamente, su vida útil puede disminuir significativamente.
- Brochas de fibra sintética: A diferencia de las anteriores, estas pueden lavarse con más rigurosidad sin inconvenientes.
2. Mójalas con agua fría o tibia
Recuerda que debes usar agua fría o tibia, ya que el agua caliente puede afectar el pegamento de las cerdas, haciéndola inservible.
3. Escoge un champú con pH neutro
Una vez que la brocha esté húmeda, aplica una pequeña cantidad de champú de pH neutro o un champú especial para bebés sobre una plantilla de silicona (si no tienes una, puedes usar la palma de tu mano) y comienza a limpiar suavemente en movimientos circulares para eliminar el maquillaje acumulado.
4. Enjuaga muy bien con agua limpia
Después de limpiar bien la brocha, enjuágala con agua limpia hasta que ya no salgan restos de maquillaje. Se recomienda que, al finalizar, repitas los pasos 3 y 4 una vez más para asegurar que no haya ningún residuo.
5. Aplica acondicionador en las cerdas
Una buena opción para mimar tus brochas es aplicarles un poco de acondicionador para el cabello, lo que les devolverá su textura original y las hará más suaves. Deja actuar el acondicionador de 5 a 10 minutos y luego enjuaga a fondo, asegurándote de no dejar restos, ya que podría dañarlas a largo plazo.
6. Déjalas secar
El último paso, pero no menos importante. Muchas de nosotras no sabemos cómo secarlas correctamente. No las dejes reposar o con las cerdas hacia arriba, ya que la humedad podría descender y afectar el pegamento, provocando que se despeguen. Lo ideal es que las dejes secar con las cerdas hacia abajo para protegerlas.
