Han transcurrido casi cuatro semanas desde el fallecimiento bajo custodia de la policía de la moral de la joven iraní Mahsa Amini, lo que provocó una ola masiva de manifestaciones en todo el país, desencadenando el desafío más significativo en la historia del régimen clerical de Irán.
A través de diversas redes sociales, figuras públicas y celebridades de todo el mundo se han unido al creciente repudio hacia la autoritaria institución en este país del Medio Oriente, exigiendo justicia por la muerte de Mahsa, libertad para las mujeres y el fin del régimen islamista que ha atormentado a sus ciudadanos, especialmente a las jóvenes.
Sin embargo, quien ha generado mayor atención es la actriz iraní Elnaaz Norouzi, reconocida por su papel en la serie de Netflix «Juegos Sagrados», quien se unió a la protesta masiva de mujeres contra la policía de la moral para reivindicar su derecho a vestirse como deseen.
A través de un video publicado en su cuenta oficial de Instagram, Elnaaz, de 30 años, se adhirió a los reclamos, despojándose de varias capas de ropa para expresar lo que desea usar y que nadie puede detenerla.
Toda mujer, en cualquier lugar, sin importar su origen, debería tener el derecho de usar lo que desee y en el momento y lugar que quiera. Ningún hombre o cualquier otra mujer tiene el derecho a juzgarla o pedirle que se vista de otra manera.
Curiosamente, poco después de su publicación, la plataforma eliminó el video a pesar de que no infringía ninguna norma. Sin embargo, varios usuarios lo recuperaron y lo compartieron en Twitter.
Las protestas siguen en todo Irán tras la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, a manos de la policía de la moral del régimen por no llevar el hiyab «correctamente». Las mujeres han optado por quitarse el velo e, incluso, en algunos casos, prenderle fuego, mientras que otras han cortado un mechón de cabello en señal de protesta y duelo.
Se estima que la policía de la moral ha causado la muerte de cerca de 200 personas desde que comenzaron las protestas por la muerte de Mahsa. Además, un grupo de derechos humanos iraní afirma que 19 de esas muertes han sido de niños.
