Aunque puede parecer lo contrario, ser actor es un trabajo que requiere esfuerzo y momentos difíciles, al igual que cualquier otro empleo.
Al igual que cualquiera de nosotros, estos 16 famosos han considerado abandonar su trabajo, ya sea por descontento, búsqueda de seguridad o para evitar situaciones embarazosas en algunas de sus películas. Afortunadamente, lograron superar estas dificultades y entregarnos actuaciones dignas de reconocimiento.
1. Johnny Depp, ¿A quién ama Gilbert Grape?
En una entrevista, el actor reveló que se sentía miserable durante el rodaje y consumía mucho alcohol. Además, las escenas en las que insultaba a Darlene Cates lo hacían sentir mal, hasta el punto de que, al finalizar el trabajo, llamó a la actriz para disculparse por llamarla “ballena varada”.
2. Jim Carrey, El Grinch
Jim describió sus largas sesiones de maquillaje como “ser enterrado vivo”, debido al dolor causado por los lentes de contacto y el incómodo disfraz que debía llevar casi todo el día. Tras una sesión de ocho horas, le dijo al director que no quería continuar. Para persuadirlo a quedarse en el proyecto, contrataron a un experto en resistencia a la tortura que le ayudara a adaptarse a su aspecto verde.
3. Michelle Rodriguez, Rápido y furioso
Michelle se molestó al leer el guion y darse cuenta de que su personaje traicionaría a Dominic Toretto por un “chico guapo”. Consideraba que Letty era una mujer fuerte, independiente y leal, que no se ajustaba al estereotipo de alguien que dejaría a su amor por una aventura fugaz.
4. Leonardo DiCaprio, El renacido
Sabemos que Leonardo es un ferviente defensor de los animales y del medio ambiente y es vegetariano. Sin embargo, en esta película tuvo que consumir carne cruda, ya que el hígado falso hecho de gelatina no resultaba lo suficientemente realista. Para Arthur, su compañero en la escena y nativo americano, era normal comer hígado crudo, lo que motivó a DiCaprio a hacerlo también.
5. Daisy Ridley, Star Wars: El despertar de la fuerza
Antes de comenzar a filmar Star Wars, el director J. J. Abrams le advirtió a Daisy que no era una simple película y que tendría que dar lo mejor de sí. El agotamiento, tanto en escena como detrás de cámaras, llevó a la actriz a sufrir ataques de ansiedad, por lo que tuvo que buscar terapia psicológica.
6. Ian McKellen, El hobbit: Un viaje inesperado
El papel de Gandalf, El Gris, casi fue asignado a otro actor, ya que muchas de las escenas de Ian se filmaron en solitario frente a una pantalla verde. La frustración y el aislamiento que experimentó lo llevaron a llorar en el set y considerar renunciar. Sus compañeros organizaron el Día de Gandalf para levantarle el ánimo.
7. Al Pacino, El padrino
Su interpretación de Michael Corleone le valió múltiples premios, pero durante la filmación, los productores estaban insatisfechos con su actuación. Cada visita al set se traducía en quejas constantes y presión, al punto que, sin el apoyo del director Francis Ford Coppola, Al Pacino hubiera renunciado.
8. Jennifer Lawrence, Los juegos del hambre
Una escena filmada en una alcantarilla que requirió tres semanas, un pesado traje de seis kilos y las bajas temperaturas hicieron de su trabajo una experiencia insoportable.
9. Michael Keaton, Batman
En las películas de superhéroes, los trajes se convierten en una segunda piel para los actores. Hoy en día, estos suelen ajustarse al cuerpo para mayor comodidad, pero antes no era así. Michael odiaba usar la armadura de Batman porque le quedaba ajustada, limitando su movilidad, un gran problema para alguien claustrofóbico como él.
10. Mike Myers, El mundo según Wayne
A pesar de haber escrito el guion de la película, su libertad creativa fue restringida en ciertos aspectos. Estuvo muy cerca de abandonar la filmación cuando el estudio se negó a incluir la canción «Bohemian Rhapsody» de Queen en una escena, sugiriendo en su lugar una de Guns N’ Roses. Al final, pudo lograr su objetivo.
11. Dylan O’Brien, Maze Runner
Durante la filmación, el protagonista sufrió un grave accidente que resultó en múltiples fracturas, una contusión cerebral y ataques de pánico. Le tomó seis meses volver al set de rodaje y concluir lo que había comenzado; no solo por sus lesiones físicas, sino también por sus secuelas emocionales y psicológicas.
12. Shelley Duvall, El resplandor
La perfección es una palabra que describe bien al director Stanley Kubrick. Sin embargo, esta cualidad se convirtió en una pesadilla para Shelley, quien llegó a grabar 127 veces una sola escena. Estaba exhausta, llorando constantemente y experimentó un colapso nervioso. Incluso Jack Nicholson quedó sorprendido por la dificultad del papel de su compañera.
13. John Cena, La reunión
Si bien John Cena es más conocido como luchador profesional que como actor, también experimenta el estrés que conlleva hacer cine. Para La reunión, aceptó realizar muchas acrobacias arriesgadas, excepto una: saltar desde un helicóptero. Su miedo a las alturas era un obstáculo, pero al final logró superarlo.
14. Michelle Pfeiffer, Batman regresa
El célebre traje de Gatúbela representó un gran desafío para la actriz. Hecho de látex, estaba tan ajustado que el simple acto de ponérselo podía tomar horas y requería mucho talco. Una vez conseguido, era prácticamente imposible hacer actividades normales como ir al baño, lo que causó que llegara a desmayarse en varias ocasiones.
15. Kate Winslet, Solo un sueño
Para Kate, besar a Leonardo DiCaprio fue un reto, no por ser su gran amigo, sino porque su esposo, que era el director, estaba detrás de cámaras presenciando la escena. Pero, una vez superado el incómodo momento de besar a otro hombre en presencia de su pareja, su actuación fue excepcional y le valió un Golden Globe a Mejor Actriz.
16. Keanu Reeves, El lado oscuro del deseo
Al igual que Kate Winslet, Keanu se vio en una situación similar. Lorenza Izzo, con quien debió filmar una escena íntima, era esposa del director. No obstante, no permitió que la incomodidad le afectara y se mantuvo profesional, mostrando su caballerosidad en todo momento.