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La tecnología nos permite mantener el contacto con nuestros seres queridos, especialmente cuando la distancia se convierte en un reto. En este momento, Altamir Soares de Oliveira desea eso más que nada.
Este ancianito de 77 años perdió a su hijo en un trágico accidente automovilístico. Su única compañía ahora son su nuera y sus nietos, pero necesita un teléfono celular para poder escuchar sus voces a diario y enfrentar su duelo.
El destino le presentó a su hijo
Altamir vive en Sirpha Lar Do Idoso, un hogar para adultos mayores en el sur de Brasil. En este lugar, conoció a Mario Júnior, un reconocido músico que visitaba el asilo para alegrar a los residentes con su música.
Un lazo familiar hermoso
Mario “adoptó” a Altamir como su padre y lo visitaba dos veces por semana, incluso lo llevaba a su hogar para que conviviera con sus “nietos y nuera”. Eran prácticamente una familia unida.
Sin embargo, todo cambió en octubre del año pasado cuando Mario murió en un grave accidente automovilístico, dejando un profundo vacío en el corazón de Altamir; ahora se siente muy solo.
Un vacío que duele
“Sentí algo. Soñé con él esa noche; estaba tocando y nosotros cantando. Pienso en él todos los días y le pido al cura que ore por él. En mis sueños, él me habla”, cuenta Altamir.
A pesar de que mantiene contacto casi a diario con su nuera y nietos a través de una tableta del hogar de ancianos, él desea tener un celular propio para comunicarse a diario con ella.
Un deseo para Santa Claus
Cada año, los residentes del asilo escriben cartas a Santa Claus por Navidad, y estos deseos son cumplidos gracias a generosos donantes. Altamir no perdió la oportunidad de pedir un celular para comunicarse con su familia. No necesita un modelo avanzado; aclaró que un teléfono con teclas le vendría bien. Esperamos que esta conmovedora solicitud llegue pronto a su manos.