Los últimos meses han sido un desafío para todos; nuestras vidas cambiaron drásticamente y muchos empezamos a trabajar desde casa o a participar en clases virtuales debido a la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19.
Asimismo, muchas personas se vieron afectadas por la enfermedad, pero gracias al inmenso esfuerzo diario de los médicos, enfermeras y camilleros, se han logrado salvar miles de vidas, lo que nos hace confiar en que superaremos esta situación.
Un gran ejemplo a seguir
Esta mujer es una verdadera guerrera. Se llama Jennie Stejna, vive en Massachusetts, Estados Unidos y cuenta con 103 años. Como puedes ver, ha vivido más de un siglo y tiene la intención de seguir viviendo incluso más.
Sin embargo, no todo ha sido fácil para Jennie en este 2020, ya que hace poco más de 3 semanas dio positivo en la prueba de Covid-19.
Recibió la mejor atención posible
Jennie había estado viviendo en una casa de retiro, donde recibía visitas frecuentes de sus hijos y nietos. Sin embargo, un día las enfermeras notaron que tenía fiebre muy alta, por lo que le realizaron las pruebas necesarias hasta que se confirmó el contagio de Covid-19. Al enterarse de su diagnóstico, fue aislada para la seguridad de todos los residentes del lugar.
La familia enfrentó la situación con incertidumbre
Sus hijos y nietos se comunicaban constantemente para informarse sobre el estado de Jennie, ya que no podían visitarla. Aunque los médicos y enfermeras fueron claros en su diagnóstico, la familia no podía aceptar la posibilidad de perderla, ya que ella pertenece a uno de los grupos más vulnerables por su edad.
Directamente le pregunté a Jennie si estaba lista para irse al cielo. Ella, con tranquilidad, respondió: “¡Claro que sí, diablos!”
-Adam Gunn, nieto político de Jennie
Pero no era su momento de despedirse
Afortunadamente, tras tres largas semanas de incertidumbre, los médicos comenzaron a notar mejoras en la salud de Jennie, hasta que poco a poco se recuperó y dio negativo en un nuevo test de Covid-19.
Su familia, enfermeras y médicos se sorprendieron gratamente y celebraron con ella de la mejor manera. Lo primero que la dulce abuelita pidió al saber que estaba sana fue su bebida favorita: una cerveza Bud Light fría. Para ella, no había mejor forma de disfrutar de su nueva oportunidad de vida, saboreándola sorbo a sorbo.