Contar con una buena condición física es un deseo común entre nosotras, pero la realidad de equilibrar escuela, trabajo, hijos y otras responsabilidades puede hacer que parezca una meta inalcanzable. No olvidemos que, para lograr esos objetivos físicos, muchas veces necesitamos un ingreso extra para costear un gimnasio y un asesor nutricional.
Si no cuentas con ese ingreso adicional, lo más recomendable es crear tu propio plan de acondicionamiento físico. Así podrás alcanzar tus metas y descubrirás que hay cosas que creías imposibles de realizar.
1. Mantén la disciplina
Aunque pueda parecer innecesario, la disciplina es clave para lograr tus objetivos. Si no tienes la voluntad de realizar lo que te propones, no servirá de nada tu esfuerzo al planificar una dieta o una rutina de ejercicios. Así que supera la procrastinación y las tentaciones para ver los resultados.
2. Infórmate y consulta
Recuerda que cada cuerpo es diferente. Aunque intentes no gastar nada, es fundamental recibir asesoría profesional. Las dietas adecuadas son formuladas por especialistas, y los entrenadores te guiarán en los ejercicios a realizar. Si decides no ir a un gimnasio, busca la forma de consultar a expertos.
3. Programa horarios para cocinar y ejercitarte
Una vez definido tu plan de alimentación y un conjunto de ejercicios, establece horarios para preparar tus comidas y ejercitarte. Esto te ayudará a crear una rutina que te resultará más fácil cumplir y evitarás fallar en el intento.
4. Ve despacio y sin prisas
Es común pensar que al empezar con una rutina de ejercicios y una alimentación saludable los cambios serán inmediatos, pero esto no es cierto. Lo más adecuado es comenzar con tres días de ejercicio por semana y aumentar progresivamente. Así notarás los cambios, y lo mismo se aplica a la alimentación: elimina gradualmente los alimentos poco saludables e incorpora los que te beneficiarán.
5. Varía tus ejercicios y comidas
¿Te ha pasado que después de comer la misma comida dos o tres días seguidos comenzás a aburrirte? Lo mismo ocurre con nuestros músculos y nuestra mente, que pueden cansarse de establecer nuevos hábitos rápidamente. Por eso, al programar tus horarios, decide también qué vas a comer y qué ejercicios realizarás. Así, tus músculos, estómago y mente lo apreciarán, y tu plan funcionará mejor, haciendo que sientas el progreso más fácilmente.
6. Incluye estiramientos en tu rutina de ejercicio
Lo creas o no, estirar tus músculos es muy beneficioso. Así que es recomendable realizar una pequeña rutina de estiramientos antes y después de tu ejercicio. Esto ayudará a preparar tus músculos y relajarlos después del esfuerzo, facilitando la realización de ejercicios en los días siguientes.