Si eres de aquellas personas que tienden a olvidar rápidamente las cosas y tienen dificultades para concentrarse al realizar cualquier actividad, existe una razón que podría estar afectando a tu cerebro: la falta de sexo.
Un estudio publicado en la revista Archives of Sexual Behavior reveló que “quienes tienen relaciones sexuales con menor frecuencia son más propensas a experimentar problemas de memoria”.
Intimidad y neuronas
El estudio titulado Actividad sexual y declive cognitivo en adultos mayores descubrió que una menor actividad sexual puede causar deterioro en el cerebro, lo que contribuye a la pérdida de memoria.
Se analizaron a 6,000 personas mayores de 50 años; los resultados indicaron que la actividad sexual frecuente activa redes neuronales que optimizan el funcionamiento de la mente.
Cuando las relaciones sexuales son escasas o inexistentes, las áreas del cerebro relacionadas con la memoria no se activan adecuadamente, lo que afecta la capacidad de concentración y pensamiento.
Todos por igual
Aunque este estudio se enfocó en personas mayores, los investigadores creen que la falta de sexo puede también perjudicar la memoria en los jóvenes. Por su parte, la Universidad McGill de Canadá encontró que:
Las mujeres que tienen relaciones sexuales con regularidad tienden a recordar las cosas con mayor facilidad.
En un estudio, 78 mujeres de entre 18 y 29 años fueron sometidas a un test de memoria que consistía en recordar palabras complejas y rostros; los resultados revelaron que aquellas que tenían más actividad sexual recordaban mejor las palabras y tenían una mayor capacidad para reconocer caras.
Nuevas neuronas
Uno de los investigadores de la Universidad de Canadá, Jens Pruessner, explicó que las reacciones químicas en el cerebro están estrechamente relacionadas con la actividad sexual; el sexo actúa como un ejercicio para la memoria, además de ayudar a combatir la depresión y el estrés.
Pruessner añadió que tras la actividad sexual se generan nuevas neuronas en la región del cerebro responsable de la memoria a largo plazo: el hipocampo.