Desde que éramos pequeñas, hemos soñado con la llegada de nuestro príncipe azul. Sin embargo, las circunstancias de la vida nos han hecho ver que tal vez solo existen esos sapos con los que salimos un tiempo. Aún así, hay hombres que se esfuerzan por demostrar su amor a la mujer que aman.
Si por alguna razón has dejado de creer en los cuentos de hadas y piensas que jamás encontrarás al amor de tu vida o a tu alma gemela, te aseguro que lo que estás por leer cambiará tu perspectiva.
Toda una vida juntos
Los protagonistas de esta historia son Bill Foward y su esposa Glad, quienes han compartido más de 50 años de matrimonio. ¿Increíble, verdad? Sin embargo, no todo ha sido fácil, ya que hace algunos años a Glad le diagnosticaron Alzheimer.
¿Qué es el Alzheimer?
El Alzheimer es una de las enfermedades más dolorosas, no solo para quien la padece, sino también para quienes les rodean. Con el tiempo, los recuerdos más preciados de quienes sufren esta enfermedad se desvanecen. Se trata de una condición degenerativa que afecta la memoria y que actualmente no tiene cura, transformando así todos los aspectos de la vida de quienes la sufren.
Ahora él cuida de ella
A pesar de lo que muchas personas puedan pensar, para Bill cuidar de Glad no es una carga; él se siente afortunado de estar a su lado desde que comienza el día hasta que ella se va a dormir. Ayudarle en sus actividades y ser su cuidador es un privilegio para él.
“Quiero ayudarla en todo lo que necesite. Ella ha hecho tanto por mí; ahora no puede hacerlo, pero yo sí, y lo haré; es mi princesa.”
—Bill Foward
La vida se hizo para disfrutar
Viviendo cerca de la playa, una de sus actividades preferidas siempre ha sido pasear en bicicleta. Bill tuvo la idea de diseñar una bicicleta que tuviera un asiento en la parte delantera, permitiendo que Glad fuera cómoda y disfrutara del paisaje. Para él, esta es una manera de mostrar su amor y recordar que, aunque los recuerdos se desvanecen, siempre estará presente en su corazón.
Amor… ¡es andar en bicicleta!
La vi por primera vez cuando yo tenía 17 años y ella 16. Su hermano se volvió mi mejor amigo, y aunque sabía que le parecía atractiva, en aquel momento no lo veía así, hasta que un día la vi con un vestido en línea A y ¡wow! Ahí fue cuando supe que era ella, me enamoré. Una de nuestras actividades favoritas siempre ha sido andar en bicicleta; para mí, el amor es andar en bicicleta con ella.
—Bill Foward