Cuando se implementaron las medidas para frenar la propagación del Covid-19, miles de personas se apresuraron a los supermercados, vaciando los estantes. La mayoría adquirió cantidades desmedidas de papel higiénico y conservas, dejando a grupos vulnerables como ancianos y personas con discapacidad sin productos básicos durante estos días de aislamiento. Como resultado, los propietarios de las tiendas se vieron forzados a limitar las cantidades de productos por cliente para prevenir una crisis de escasez.
Recientemente, una mujer llamada Stephanie Rhymer se volvió viral en redes sociales, siendo tildada de “acaparadora” tras comprar más de mil dólares en alimentos; sin embargo, su intención fue abastecer a personas que tienen dificultades para ir al supermercado.
Recibió todo tipo de insultos en el supermercado
También fue objeto de críticas en redes sociales, lo que la llevó a relatar su versión de los hechos y aclarar que había llenado la despensa de seis familias que no podían salir de sus hogares debido a que tienen niños pequeños o parientes enfermos que cuidar.
Dejó la comida en la puerta de sus vecinos
Al llegar a casa, organizó los productos según las listas que le proporcionaron y dejó las cajas en la puerta de cada una de las casas.
En estos tiempos es mejor dejar de juzgar a otros
Stephanie también expresó en su cuenta de Facebook que sería más adecuado dejar de asumir que todos tienen malas intenciones, y realizó un llamado a la solidaridad entre todos, sobre todo en estos momentos de crisis.
Después de conocer la verdad, las personas comentaron
La publicación se volvió viral, acumulando más de 40,000 «me gusta» y siendo compartida más de 28,000 veces, además de recibir numerosos comentarios positivos. Esperamos que esta historia nos inspire a ser más solidarios, amables y comprensivos, facilitando así la situación para todos.