Nastya es una talentosa artista rusa que comparte su encantador mundo de crochet. Comenzó a crear amigurumi como un pasatiempo y ahora vende sus adorables piezas a nivel mundial. El amigurumi, el arte japonés de tejer pequeños animalitos, ya era dulce por sí mismo, pero Nastya ha elevado la ternura a niveles impresionantes con sus delicadas obras.
En su perfil de Instagram, muestra sus últimas creaciones, y tiene un canal de YouTube donde comparte algunos de sus procesos creativos. No podemos imaginar el nivel de detalle que requiere para realizar piezas tan pequeñas y, a la vez, perfectas.