Los padres son capaces de hacer cualquier cosa por sus hijos; eso es indudable. Desde desvelarse cuidando su sueño cuando su pequeño está enfermo, hasta buscarlo incansablemente si se pierde.
Esta historia relata cómo un matrimonio se dedicó por completo a buscar a su hijo, quien había sido secuestrado, logrando encontrarlo 32 años después.
Apenas era un bebé cuando todo ocurrió
Mao Yin era solo un bebé cuando su padre lo dejó un momento frente a un hotel para comprar agua y, al regresar, descubrió que ya no estaba; había sido secuestrado en Xian, China, en 1988. Sus padres no tenían idea de dónde podría estar.
Su madre creó la organización ‘Baby Come Home’
Sus padres fundaron una organización sin fines de lucro llamada Baby Come Home, con el objetivo de encontrar a su hijo. Sin embargo, no esperaban que también pudieran ayudar a otros padres en situaciones similares.
Gracias a esta fundación, 29 familias más han logrado reunirse con sus hijos, que también habían sido secuestrados, aunque ese número es mínimo en comparación con los 36,000 casos que siguen sin resolver desde 1978.
Pero, ¿qué ocurrió con Mao?
Desde 1979, China implementó la política del hijo único en todo el país como una medida para controlar la natalidad, debido a la alta sobrepoblación.
Sin embargo, las parejas que tenían dificultades para concebir no eran consideradas para posibles adopciones, lo que desencadenó un aumento en el comercio infantil, con un notable incremento en los secuestros de menores desde 1978.
El destino de Mao Yin no fue diferente, pues el día en que su padre lo perdió de vista por solo unos minutos fue el momento oportuno para que lo secuestraran y, posteriormente, lo vendieran por cerca de 6,000 yuanes a una pareja que no podía tener hijos.
¿Cómo fue que lo encontraron?
A pesar de que pasaron los años y muchas personas le decían a Li Jingzhi, la madre de Mao, que no lo encontraría porque habían transcurrido más de 30 años, ella nunca perdió la esperanza. Saber que su organización había reunido a otros niños con sus familias le proporcionaba un gran aliento.
Durante abril de 2020, la policía recibió un aviso sobre un hombre que había comprado un menor en los años 80. Esa pista fue investigada y, utilizando tecnología de reconocimiento facial, «envejeceron» una de las fotografías de Mao para estimar su apariencia actual, ya que ya tendría 34 años.
Un reencuentro que todos deben ver
https://youtu.be/WOpWLY2ug40
Mao ya es un hombre adulto y dirige un negocio de decoración de interiores. Después de realizarse pruebas de ADN, no había dudas de que era aquel pequeño que había sido arrebatado de sus padres hace más de tres décadas.
No obstante, Mao había crecido bajo el nombre de Gu Ningning, sin saber que era adoptado o secuestrado. A pesar de ello, el 18 de mayo, el día en que se reencontró con sus padres biológicos, y también el Día de la Madre en China, corrió a abrazarlos como si hubiera estado con ellos toda su vida. Su madre no podía estar más feliz.
No quiero que me deje nunca más. No permitiré que se separe de nuevo. Es el mejor regalo que he recibido.
—Li Jingzhi, madre de Mao