Para Dana McSwain, la vida dio un inesperado giro de 180 grados. Esta madre de 35 años, originaria de Charlotte, Carolina del Norte, en Estados Unidos, recibió la desconcertante noticia de que tenía cáncer de seno, un diagnóstico que la sorprendió ya que no existía ningún antecedente en su familia.
La devastación la invadió y la incertidumbre se convirtió en su peor enemiga.
Nunca lo imaginó
Fue un verdadero shock. No solo tienes cáncer en etapa 2, sino que además, tienes una mutación en el gen BRCA2, lo que te hace susceptible a otros tipos de cáncer. Es una lucha que llevaré el resto de mi vida.
—Dana McSwain
Tuvo que despedirse de su cabello
Con el intenso tratamiento de quimioterapia, la pérdida de cabello se hizo inevitable.
Siempre he tenido el cabello largo y empecé a llorar, incluso antes de que desapareciera.
—Dana McSwain
Este proceso marcó profundamente a Dana; tuvo que rasurarse la cabeza y buscar una peluca que la hiciera sentir cómoda, pero cada vez que se probaba una, no se reconocía.
Encontrar una peluca es un proceso sumamente complicado, sobre todo porque no tenía idea de por dónde comenzar; esto no era algo que hubiera imaginado vivir. Con cada peluca que me puse, no podía quitármela lo suficientemente rápido. Pensaba: ‘Esta no soy yo. Esto no funciona’.
-Dana McSwain
Halló el apoyo que necesitaba
En un grupo de apoyo en línea, encontró el espacio perfecto para desahogarse. Allí conoció a Carol Daley Cook, una enfermera que tuvo la idea de hacerle una peluca a McSwain.
Las mujeres se unieron en solidaridad
Después de publicar su intención en el grupo, cinco mujeres y una niña se ofrecieron a ayudar, cortando su cabello para donarlo en un gesto de solidaridad. Una semana después, Daley Cook pudo entregar la peluca personalmente en la casa de Dana.
Fue el regalo más especial que ha recibido
Cuando abrí el paquete, supe inmediatamente de qué se trataba (…) Mirar esa peluca y ver los diferentes colores y cómo se unieron, y saber que cada hebra era algo especial y de alguien especial en mi vida, fue verdaderamente increíble. Fue un sentimiento indescriptible.
—Dana McSwain
Este hermoso regalo le ha proporcionado la fuerza que necesitaba para continuar con su tratamiento.
