El lazo con nuestro padre es inigualable y especial, aunque a veces se nos dificulte expresar todo ese amor que llevamos dentro. Richie Anne Castillo, de 23 años y residente en Filipinas, decidió no dejar pasar más tiempo sin hacerle saber a su padre, quien tiene síndrome de Down, lo mucho que lo ama y admira.
Richie aprovechó el cumpleaños de este hombre tan especial para escribirle una emotiva carta desde lo más profundo de su corazón.
Su padre cumple 50 años
Querido Papá:
Hoy celebramos un día muy especial y milagroso. Cumples 50 años y me siento bendecida de que sigas viviendo una vida larga y hermosa. ¡Los médicos todavía se sorprenden por ello! Sé que puede que no puedas leer estas líneas, ya que no sé si tienes Facebook, pero quiero que el mundo sepa lo orgullosa que estoy de ser tu hija. Quiero que todos conozcan lo hermoso que eres por dentro y por fuera.
Papá, me tomó años reunir el valor para enfrentar a los demás, pues puede que no todos comprendan la verdad, que es un poco confusa. En la escuela primaria me molestaban y acosaban porque decían que eras diferente. Cuando era niña, no te veía distinto, solo te veía como mi padre.
No entendía por qué se burlaban de mí y me llamaban anormal. Con el tiempo comprendí esto y me convertí en una cobarde. Pero tú mereces más que la hija cobarde que soy. Mereces amor, comprensión, paciencia y aceptación, igual que cualquier persona con síndrome de Down.
Aquí estoy, escribiendo un saludo de cumpleaños, aunque sé que te mereces algo mucho mejor.
Es su mayor inspiración
Papá, eres el ser humano más fuerte y valiente que conozco. A lo largo de tu vida has permitido que los médicos te pinchen con agujas y has soportado diversas cirugías, diálisis y una larga lista de limitaciones. Sin embargo, casi nunca te quejas.
Eres el más valiente, porque después de todas esas cirugías, procedimientos y noches en el hospital, logras decir: ‘Wa ko mahadlok mamatay kay ni salig ko sa Ginoo’, que significa ‘no tengo miedo porque confío en el Señor’.
Siempre logras sonreír después de un largo día en el centro de diálisis o tras un episodio de hipoglucemia. Eres increíblemente valiente porque has pasado por mucho y nunca, ni una sola vez, has sentido miedo. No me imagino estando en tu lugar.
Ha sido un hombre fuerte
Te he visto en tus momentos más difíciles, cuando te descolocas y dices que estás cansado. Escuchar ‘kapoy na’ (‘estoy cansado’) o ‘sakit kaayo’ (‘me duele mucho’) me hizo llorar durante días, y no podía soportar volver al hospital. Te he visto llorar por el dolor en tus rodillas debido a la acumulación de líquido.
No puedo sentir tu dolor, pero desearía poder ocupar tu lugar para que no tuvieras que sufrir. Has perdido tus dientes, pero eso nunca te ha impedido disfrutar de la comida que amas. Siempre pierdes tu dentadura postiza, ¡buen hombre! ¡Jajaja! Y sé que lo haces a propósito. He olvidado cómo te veías con dientes o con pelo.
No siempre fue fácil
Papá, ninguna cantidad de palabras puede expresar lo que siento por ser una hija ausente. Lamento no llevarte a la playa con más frecuencia, no traerte tu comida favorita, ‘dim sum’, o visitarte tanto como debería. Si hay algo de lo que me arrepiento es de haberte mantenido alejado de mi vida, porque sigo siendo la misma niña que temía ser intimidada.
Pero te amo más de lo que podrías saber, papá, y siempre me inspiras. Me inspira cuánto amas al Señor, hasta el punto de que yo también llegué a amarlo. Además, es asombroso lo increíblemente inteligente que eres.
Todos te adoran y tú lo sabes. Siempre logras poner sonrisas en los rostros de los demás. También a veces incomodas a la gente, pero aun así, te queremos. Entiendo que tienes días buenos y días malos (los malos también son nuestros días malos, jajaja). A veces puedes ser difícil y alejar a los demás, incluso a mí. Pero eres tú, y eso está bien. Está bien ser diferente.
Siempre será el hombre de su vida
Puedo seguir hablando de ti, pero sería un discurso demasiado largo. ¡Felices 50 años, papi! Gracias por llamarme tu única bebé, porque siempre lo seré. Soy fuerte y valiente gracias a ti, y te quiero muchísimo, papá. Con mucho amor, tu hija.