La vida es un extenso trayecto de obstáculos que nos muestran cuán resilientes podemos ser. Aunque no todos contamos con las mismas oportunidades para enfrentarlos, gran parte del éxito radica en la actitud que adoptamos ante los problemas que se presentan.
Un claro ejemplo de esto es Rehan Staton, un joven afroamericano de 24 años, residente en Maryland, Estados Unidos, cuya vida dio un sorprendente giro de 180 grados.
Un camino lleno de dificultades
La existencia de Rehan no ha sido fácil. Cuando era solo un niño, su madre lo abandonó y, aunque su padre lo cuidó, nunca pudo disfrutar de una infancia como la de otros niños.
Comenzó a practicar boxeo, y cuando parecía que se encaminaba hacia una carrera profesional, una grave lesión lo apartó del deporte. Además, enfrentaba problemas financieros y era él quien debía cuidar de su padre y de su hermano, lo que lo llevó a trabajar inmediatamente tras terminar la escuela. Sin poder dedicarse al deporte, su única alternativa era asistir a la universidad.
Rehan nunca se rindió
Tras varios intentos de postulación a universidades sin éxito, decidió enfocarse en trabajar. La única oportunidad que se le presentó fue como recolector de basura. A pesar de que algunos le sugerían que podía aspirar a más, curiosamente, Rehan se sentía a gusto en su trabajo gracias al apoyo recibido de sus compañeros.
Su buena relación con ellos llevó a sus colegas a hablar con Bren Bates, hijo de los propietarios de la empresa de recolección de basura. Sus compañeros aseguraron a Bates que Staton era un joven excepcional con potencial para un gran futuro.
Conociendo a personas valiosas de forma inesperada
Rehan nunca imaginó que sus compañeros lo ayudarían a encontrar un camino para continuar sus estudios. Sin embargo, después de una conversación con Bren, este quedó impresionado por su personalidad y logró que Rehan fuera admitido en la Universidad de Maryland.
“A lo largo de mi vida, las personas que debería haber admirado siempre me menospreciaron y me hicieron sentir mal. Tuve que descender hasta lo más bajo de la jerarquía social, es decir, entre los trabajadores de saneamiento que antes estaban encarcelados, para ser valorado. Reflexionando sobre mis experiencias, considero que saqué lo mejor de las peores situaciones. Cada tragedia me impulsó a salir de mi zona de confort, pero tuve la fortuna de contar con un sistema de apoyo que me permitió sobrellevar esas dificultades.”
—Rehan Staton
Los logros de Rehan apenas comenzaban
Una vez que ingresó a la Universidad de Maryland, todo empezó a mejorar. Sus calificaciones eran excelentes, se convirtió en presidente de varias organizaciones, y todo esto fue posible gracias al apoyo de sus compañeros de trabajo y de Bren.
Rehan decidió aspirar a Harvard para estudiar Derecho, y tras una larga espera luego de presentar el examen, recibió la noticia: ¡había sido aceptado! Tendría la oportunidad de estudiar lo que realmente le gustaba y sobresalir en algo más allá de los deportes.
Ahora, su objetivo es trabajar y proporcionar el apoyo que él recibió, ofreciendo asesoramiento y tutorías a quienes atraviesan situaciones difíciles en sus vidas.