No es ninguna exageración que, desde el inicio de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, miles de individuos en todo el mundo han perdido su empleo. Algunos de ellos tienen la suerte de contar con ahorros que les permiten continuar con su vida diaria.
Este es el caso de Brian Schwartz, un hombre de 39 años de edad que reside en Nueva Jersey, Estados Unidos. Antes de la pandemia, era ejecutivo en el sector de publicidad digital, pero de la noche a la mañana se encontró desempleado, pasando todo el día en casa, sin mucho que hacer y buscando formas de ocupar su tiempo.
Una idea brillante
Con su nuevo exceso de tiempo libre, Brian reconoció que, a pesar de su situación privilegiada —teniendo comida, un techo y familiares sanos—, muchas otras personas carecían de esas comodidades, especialmente los adultos mayores.
Este entendimiento lo llevó a buscar una manera de ayudar, no tanto económicamente, sino brindando apoyo y tranquilidad en las actividades que algunos no podían realizar, como el cuidado de sus jardines.
Surge “Quiero cortar el césped”
Consciente de que a los abuelitos les encanta la naturaleza y cuidar sus jardines, y sabiendo que no podían salir de casa, decidió que él se encargaría de ello.
Primero, creó una página en Facebook llamada “Quiero cortar el césped”, donde explicaba en qué consistía su servicio, que sería completamente gratuito. Solo necesitaba la dirección y las especificaciones del trabajo a realizar.
El cariño de los abuelitos
Su iniciativa fue ganando adeptos poco a poco. Día tras día, Brian se dirigía a las direcciones correspondientes, realizando las labores de jardinería necesarias. A pesar de ser un proyecto sin fines de lucro, muchos ancianitos le agradecen, dándole propinas y pequeños obsequios.
Brian espera que su proyecto siga creciendo y así poder asistir a muchas más personas que no pueden realizar ciertas actividades en el exterior.
