Arthur tiene el sueño de convertirse en un astrónomo de renombre y, para lograrlo, vende pastelillos en las calles de Brasil, esperando reunir el dinero necesario para comenzar sus estudios.
El joven proviene de una familia de escasos recursos, vive solo con su abuela y la venta de pastelillos es su única manera de generar ingresos.
“¡Al infinito y más allá!”
Arthur se fascinó por las estrellas a la edad de siete años y desde entonces ha tenido el deseo de estudiarlas y observarlas de cerca; por ello, construyó un telescopio utilizando materiales reciclados.
En 2017, obtuvo la medalla de oro en la Olimpiada Brasileña de Astronomía y Astronáutica; ese mismo año, desarrolló el proyecto Ciencias de Norte a Sur, enseñando a niños de educación básica sobre las características de la Luna.
No se detendrá hasta alcanzar las estrellas
Arthur se levanta todos los días a las 5:00 a.m. para hornear los pasteles que venderá durante el día. Con el dinero que obtenga, planea comprar un nuevo telescopio, invertir en sus estudios de física y luego completar un curso de astronomía que le permita desarrollar sus habilidades.
Además, sus maestros han creado una solicitud en VOAA con la esperanza de que más personas solidarias se unan a su causa. Ahora solo nos queda aplaudir el esfuerzo y la tenacidad de Arthur en su camino hacia sus sueños, demostrando que los límites son solo ilusiones.
