sábado, mayo 17, 2025

Octubre rosa: Concienciación sobre la prevención del cáncer de mama en mujeres.

Octubre es el mes de la concienciación sobre el cáncer de mama, y es fundamental porque nos recuerda la importancia de estar atentos a cualquier anomalía y cuidar nuestro cuerpo para mantenernos saludables o, en caso necesario, detectar esta devastadora enfermedad a tiempo.

Aparte de realizar autoexámenes periódicamente, hay hábitos que debemos adoptar o eliminar para apartar el cáncer de nuestras vidas, y aquí te contamos cuáles son.

1. Incrementa el consumo de frutas y verduras

Platos de comida saludable

Una alimentación balanceada es la clave (y no tan secreta) para lograr un buen estado de salud en general. Un estudio de la Escuela de Salud Pública TH Chan en Boston, Estados Unidos, reveló que las mujeres que consumen más frutas y verduras tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama, especialmente si incluyen crucíferas como el brócoli y verduras de tonos amarillos y anaranjados.

Esta investigación, publicada en el International Journal of Cancer, analizó la dieta de más de 90 mil mujeres en un período de cuatro años y concluyó que consumir cinco porciones diarias de frutas y verduras puede reducir el riesgo de padecer esta enfermedad en un 11%.

2. Reduce la ingesta de grasas y azúcares

Canasta con dulces

Una alimentación adecuada es una de nuestras mejores herramientas para protegernos, ya que tenemos control total sobre lo que consumimos. Según el especialista en Oncología Integrativa Josep Manuel Climent, es crucial evitar alimentos ultraprocesados que contengan altas cantidades de azúcares y grasas saturadas, ya que las células cancerígenas se nutren de esos componentes.

Además, el sobrepeso representa otro factor de riesgo; por lo tanto, es vital mantenernos dentro del rango de grasa corporal recomendado según nuestra edad y estatura.

3. Evita el consumo de alcohol y tabaco

Cocteles con alcohol de diferentes tipos

Fumar o beber ocasionalmente no es negativo, pero si se vuelve un hábito diario o un exceso de cada fin de semana, es esencial hacer un cambio, pues quienes consumen con regularidad alcohol y tabaco tienen mayor probabilidad de sufrir cáncer (de varios tipos y no solo de mama) en algún momento de su vida.

Las mujeres que consumen de tres a cuatro bebidas alcohólicas al día aumentan su riesgo de desarrollar esta enfermedad en un 50%, mientras que las que fuman una cajetilla diaria tienen un 60% más de probabilidades.

4. Realiza ejercicio todos los días

Mujer realizando yoga

Hacer ejercicio no siempre resulta fácil y algunas pueden encontrarlo aburrido, pero es esencial mantenernos activas, ya sea con ejercicios de alta intensidad o simplemente caminando 30 minutos al día.

De acuerdo con el estudio sobre Actividad física recreativa y riesgo de cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas, que observó a más de 70 mil mujeres, la actividad física regular reduce el riesgo de cáncer de mama en un 14%.

5. Conoce tu historial médico

Chica con playera blanca haciendo alusión a Octubre Rosa

Aunque la mayoría de los casos de cáncer de mama resultan de factores externos y solo el 10% se consideran hereditarios, es vital conocer el historial médico de nuestra familia para estar más alerta ante cualquier señal. Los aspectos a tener en cuenta son:

  • Soy una mujer de edad avanzada
  • Mi menstruación inició antes de los 12 años
  • Llegué a la menopausia a una edad avanzada
  • Fui madre después de los 30 años
  • No practiqué la lactancia materna
  • He estado bajo tratamientos hormonales
  • Padezco sobrepeso u obesidad
  • Llevo un estilo de vida sedentario

6. Examinarse es una forma de amor propio

Chica con playera blanca haciendo alusión a Octubre Rosa

Un examen oportuno puede salvar tu vida, por lo que debes realizar un autoexamen en busca de cualquier anomalía como bultos, endurecimientos, enrojecimiento, hundimientos, dolor, secreción, alteraciones en la forma o retracción del pezón. Hacer un autoexamen es sencillo:

  • Ponte frente al espejo sin ropa en la parte superior.
  • De pie y con la espalda recta, observa tus senos en busca de alguna diferencia (tanto en el seno como en el pezón).
  • Extiende un brazo hacia un lado y coloca la mano sobre la nuca; con la otra mano, realiza movimientos circulares palpando la axila y el pecho, ejerciendo un poco de presión. Repite lo mismo con movimientos verticales (en ambos lados).
  • Presiona suavemente el pezón en busca de alguna secreción.
  • Si notas algo inusual, acude a tu médico.

7. Realízate un chequeo clínico

Mujer realizándose una mamografía

Al igual que los chequeos ginecológicos, es fundamental que un médico examine nuestros senos para detectar o descartar el cáncer en su etapa más temprana, de modo que no comprometa nuestra salud de forma irreversible. La mamografía es el examen más común y consiste en una radiografía que permite identificar tumores pequeños que no pueden ser detectados mediante el tacto.

Si tienes más de 20 años, es recomendable realizarte estos estudios al menos una vez al año o, si el médico lo determina, hacer un seguimiento semestral. ¡Cuídate y amate!

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