Cuando el invierno se asoma, nuestra piel tiembla, ¡no de frío, sino de temor! Con el cambio de temperatura, suele volverse seca, opaca y puede llegar a agrietarse. Es esencial prevenir estos problemas.
Los productos que utilizamos habitualmente en verano o primavera no son suficientes en términos de hidratación, por lo que sería ideal ajustar un poco tu rutina de cuidado. Aquí tienes algunas recomendaciones para mantener tu piel suave y saludable:
1. Cambia tu jabón por un gel
Los jabones suelen ser muy abrasivos y no queremos resecar aún más la piel. Opta por un gel de baño, que suele ser más suave.
2. No talles tu piel
Hemos creído que al tallar nuestra piel con la esponja o estropajo la limpiamos más, pero no es cierto. Según los dermatólogos, la piel no debe ser tallada ya que eliminamos sus aceites naturales, dejándola más vulnerable a bacterias.
La mejor opción es lavarla con un jabón líquido y usar las manos suavemente. ¡Esto también aplica para la cara! No necesitas cepillos ni esponjas; tus dedos son más que suficientes.
3. Evita el agua caliente
Probablemente pienses: “¿Invierno y agua fría? No, gracias”. Al menos prueba con agua tibia, ya que el agua caliente deshidrata la piel. Después de la ducha, asegúrate de secarte bien para no dejar humedad.
4. Usa aceites
Los aceites brindan mucha hidratación y dejan la piel suave y radiante. Puedes optar por aceite de almendras o de rosa mosqueta, y si lo prefieres, añadir encima una crema hidratante.
5. No olvides los labios
No hay nada que un buen bálsamo labial no pueda hacer para eliminar esos labios agrietados llenos de pellejitos molestos.
6. Dile adiós a los exfoliantes…
O al menos a los exfoliantes físicos, que contienen gránulos, ya que pueden dañar y resecar la piel. Si deseas exfoliar, elige opciones químicas que son más efectivas y no comprometen la barrera cutánea. Eso sí, no lo hagas más de dos veces por semana.
7. Usa protector solar sí o sí
Este producto es fundamental en cualquier época del año; los rayos solares son uno de los principales factores que contribuyen al envejecimiento prematuro y a la deshidratación.
8. Cuida tus manos
Estos meses han sido difíciles para nuestras manos, entre tanto jabón y gel antibacterial, más el frío. Para combatir la resequedad, adquiere una crema, preferiblemente sin fragancia, para mantenerlas hidratadas todo el día. Un truco fácil para la noche es aplicar una buena cantidad de producto y cubrirlas con guantes hasta el día siguiente. Poco a poco notarás lo suaves que se vuelven.
9. Las mascarillas son esenciales
Aprovecha al máximo que estás en casa para mimar tu piel y preparar tratamientos caseros. Aquí, aquí y aquí encontrarás algunos excelentes.
10. Ungüentos y pomadas, tus mejores aliados
Protege tus codos, rodillas y talones con ungüentos, bálsamos o pomadas, ya que son ideales para esas zonas que tienden a resecarse con más frecuencia.