Todos sabemos que los árboles de Navidad y los gatitos no son la mejor combinación, ya que los mininos tienen el talento tanto para destruir como para “desmayar” la decoración central de la temporada. Solo las Karen más valientes se atreven a poner y decorar el arbolito, con la esperanza de que su peludo amigo no cause estragos con las esferas, adornos o luces.
Sin embargo, en 2020 Italia demostró que puede existir una relación armoniosa entre los mininos y el árbol de Navidad, ¡y lo hizo a lo grande! Encontraron una forma de decir adiós a las esferas rotas, así como a los desastres a las tres de la mañana.
Los ‘michis’ y árboles de Navidad se llevan bien
Si eres una Karen experta, sabes que son pocos los trucos que realmente funcionan para evitar que se acerquen o destrocen las decoraciones navideñas. Pero esta vez, la ciudad de Lucera, Italia, ha ideado la solución perfecta para que estos adorables animales no arruinen la Navidad.
Se trata de un árbol gigante decorado con casitas de madera donde los gatitos de la calle pueden pasar la noche. ¡Muy tierno, ¿no crees?
Todo listo para la celebración
Esta creación se ubica en la Piazza del Duomo de Lucera y cuenta con 70 casitas de madera que se han colocado como decoración en todo el árbol. Es un gesto realizado por la asociación cultural A Cuperte de Natale.
Los gatitos ya jugaban en él cuando el árbol todavía era solo la estructura. Cosas hermosas nacen espontáneamente y nos alegra ver que también se ha pensado en los animales.
-A Cuperte de Natale
Gatitos que pasarán una Navidad acogedora
La asociación se dio cuenta de la gran cantidad de gatos callejeros en la ciudad. La mayoría seguramente tenía un hogar, pero lamentablemente muchos fueron abandonados durante la crisis sanitaria por el Covid-19, ya que algunas personas creen que los felinos son portadores del virus.
Al observar a estos animales en la calle, decidieron que la mejor manera de ofrecerles una Navidad cálida era brindarles un refugio del frío. Una vez que terminaron de montar el árbol, decenas de gatitos tomaron posesión de las casitas y ahora duermen allí. Sin dudas, una acción digna de reconocimiento.