La familia Radel-Paaby estuvo a punto de enfrentar un incendio debido a una falla eléctrica; esto no solo habría arruinado sus celebraciones navideñas, sino que también habría puesto en riesgo su hogar e ilusiones.
Por fortuna, la familia cuenta con una perrita llamada Willow, quien detectó a tiempo las chispas que emanaban de un conector, alertando a sus dueños con insistentes ladridos.
Según narra Caitlyn Radel-Paaby, dueña de Willow, al volver de hacer unas compras, su perrita ladraba insistentemente, caminaba de un lado a otro y mostraba desesperación. Sintiendo una inquietud, decidió seguirla para ver qué ocurría.
Para su sorpresa, Willow la condujo hacia una pared. Ella no notaba nada extraño hasta que recargó su mano contra el muro y sintió que estaba caliente. Al agacharse para investigar, se dio cuenta de que de uno de los enchufes salían chispas, y rápidamente llamó a los bomberos.
Caitlyn menciona que si no hubiera sido por Willow, el desenlace podría haber sido desastroso.
Si no lo hubiéramos descubierto a tiempo, nuestra casa se habría incendiado durante la noche. Ella nunca había mostrado ese comportamiento antes, nos dejó atónitos.
No hay duda de que los perros son nuestros mejores protectores.