Aquí tienes el artículo reescrito manteniendo las etiquetas HTML:
<p>El vínculo entre madre e hijo es indestructible; no hay fuerza humana capaz de romperlo, ya que puede enfrentar cualquier adversidad, por difícil que parezca.</p>
<p>Esto fue lo que ocurrió con Antonio y Jeane, quienes, tras casi tres décadas, finalmente pudieron reencontrarse y disfrutar de su compañía, pues ni el tiempo logró borrar el profundo amor que les une.</p>
<h2>Se perdió siendo un niño</h2>
<p><img decoding="async" class="aligncenter size-large wp-image-450855" src="https://www.okchicas.com/wp-content/uploads/2020/12/Carlos.-565x700.jpg" alt="Carlos a los seis, usando una playera verde" width="565" height="700" /></p>
<p>Antonio Carlos da Silva reside en Ceará, Brasil. A la edad de seis años, salió de casa escapando de los abusos de su padre, pero lo que parecía una huida temporal se transformó en una desaparición de 27 años. Su madre, Jeane da Silva, lo buscó incansablemente, pero no tuvo éxito.</p>
<p>Ahora con 35 años, el joven recuerda haber subido a un autobús mientras huía de su padre, pero al quedarse dormido, al despertar ya no sabía dónde se encontraba.</p>
<h2>Vivió en un hogar de acogida</h2>
<p><img loading="lazy" decoding="async" class="aligncenter size-large wp-image-450856" src="https://www.okchicas.com/wp-content/uploads/2020/12/Carlos-719x700.jpg" alt="Carlos a los seis años usando una playera blanca" width="719" height="700" /></p>
<p>Al llegar a Caerá, vivió un tiempo en las calles hasta que fue rescatado y llevado a un hogar de niños abandonados. Siempre anheló regresar a casa, pero no recordaba el nombre de su madre, ninguna dirección o número de teléfono, lo que impidió su reencuentro familiar.</p>
<h2>Tenía el deseo de encontrar a su familia</h2>
<p><img loading="lazy" decoding="async" class="aligncenter size-large wp-image-450858" src="https://www.okchicas.com/wp-content/uploads/2020/12/Periodico-669x700.jpg" alt="Nota del periódico que publicó Carlos para reencontrarse con su familia" width="669" height="700" /></p>
<p>Carlos recibió educación en el hogar de acogida y, aunque conoció a otros niños en la misma situación, siempre fue consciente de que tenía una familia a la que algún día encontraría. Con el tiempo, se convirtió en chofer y un día decidió que era hora de buscar a su madre, publicando una nota en el periódico con una foto de él a los ocho o nueve años junto a otra de cómo se ve ahora.</p>
<p>Estoy buscando a mi mamá.</p>
<p>Yo en 1996. Yo en 2020.</p>
<p>Mi nombre es Antonio Carlos da Silva.</p>
<p>El nombre de mi madre es Jeane o Geane da Silva. El nombre de mi hermano es Diego. El nombre de mi tío es Nino, es artesano.</p>
<p>Nací alrededor de 1988 en la ciudad de Juazeiro do Norte o en sus alrededores.</p>
<p>Me perdí cuando tenía seis años, tomando un autobús que me llevó a la ciudad de Fortaleza, donde vivo hoy.</p>
<p>Estaré eternamente agradecido a quien pueda ayudarme a encontrar a mi familia biológica.</p>
<p>-Nota del periódico</p>
<h2>No tardó mucho en hallar a su familia</h2>
<p><img loading="lazy" decoding="async" class="aligncenter size-large wp-image-450857" src="https://www.okchicas.com/wp-content/uploads/2020/12/Mama-e-hijo-394x700.jpg" alt="Carlos y su mamá abrazándose en su reencuentro" width="394" height="700" /></p>
<p>Su tío Nino vio la nota en el periódico y rápidamente le contó a su hermana que había visto la foto de su hijo, quien la estaba buscando. Así fue como la familia se trasladó a Caerá para reunirse con Carlos. Al volver a verse, él y su madre se abrazaron, ya que no necesitaban pruebas de ADN; sabían que eran familia y que se habían estado buscando durante años.</p>
<p>Carlos ha recuperado a su familia y, aunque han pasado muchos años desde que se separaron, sabe que aún tienen un mundo de experiencias y momentos por compartir juntos.</p>
Si necesitas más cambios o ajustes, házmelo saber.