miércoles, mayo 14, 2025

Vendió su cabello para poder comprar oxígeno para su abuelo.

El cabello tiene un significado especial para muchas mujeres y cortarlo puede ser una decisión complicada, pero no imposible, especialmente si este gesto trae alivio a nuestros seres queridos. Este es el caso de Ana Paola Romero, de 16 años.

Cuando Ana se enteró de que su abuelo había padecido covid-19 y necesitaba un tanque de oxígeno para sobrevivir, hizo todo lo posible para conseguirlo: vendió su larga cabellera.

Chica sosteniendo su propio cabello cortado entre las manos; Vendió su cabello para comprarle un tanque de oxígeno a su abuelito

Desde hace dos meses, Ana reside con sus abuelos, Santa y Jesús, quienes la apoyan incondicionalmente, brindándole amor, seguridad y un hogar.

Ana relata que su abuelo se enfermó debido a un brote de coronavirus en la familia. Sus niveles de oxigenación descendieron a 40 y los médicos advirtieron que no debían bajar de 90, o podrían surgir graves complicaciones. Conseguir un tanque de oxígeno era vital y todos en casa estaban preocupados por reunir el dinero necesario. En ese momento, Ana le pidió a su hermana que le tomara una fotografía para compartir en Facebook y vender su cabello.

A mí siempre me ha gustado tener el cabello largo; creo que era lo que más apreciaba de mi apariencia. Lo cuidaba mucho y tardé dos años en lograr que creciera así de largo, hasta debajo de la cintura.

Mi cabello medía 73 centímetros desde la raíz. Usaba un champú artesanal para el crecimiento que mi mamá comercializaba y cremas para peinarlo. Era muy cuidadosa al cepillarlo y dedicaba horas frente al espejo practicando diferentes peinados que aprendía en YouTube.

Chica muestra su antes y después de cortar su cabello por una buena causa; Vendió su cabello para comprarle un tanque de oxígeno a su abuelito

Me pagaron 2 mil 500 pesos (126 dólares) y ese dinero se lo entregué a mi tía para ayudar con los gastos médicos de mi abuelito. Se adquirió el cilindro de oxígeno, pero en menos de dos horas se agotó porque se necesitó a máxima capacidad para estabilizar su oxigenación.

Prefiero perder mi cabello a perder a mi abuelo. De todos modos, el cabello vuelve a crecer. La familia gastó cerca de 40 mil pesos (aproximadamente 2 mil dólares) en medicamentos, oxígeno y atención médica. Todos se adaptaron a la situación. Lo que necesitamos urgentemente es un concentrador de oxígeno y un tanque de mayor capacidad.

Mi abuelo es muy alegre y le encanta bailar. Siempre intenta sacarnos a bailar, pero por vergüenza nunca lo hacemos. Cuando se recupere, ¡voy a bailar con él!

Con el apoyo de otros internautas, Ana consiguió vender su cabello y ayudar a su abuelito, quien estará muy orgulloso de ella.

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