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La entrevista que Harry y Meghan ofrecieron a Oprah Winfrey se emitió este fin de semana, dejando a la audiencia y a la familia real en estado de shock por las revelaciones de la pareja.
A lo largo de poco más de dos horas, los duques de Sussex expusieron los terribles tratos que recibieron de la familia real durante su tiempo bajo su tutela. A continuación, recopilamos las confesiones más sorprendentes de la entrevista.
La realeza no es un cuento de hadas
Los duques respondieron con total sinceridad a las preguntas de la presentadora. Durante años, se creyó que Meghan era la villana de la historia. Sin embargo, ahora es evidente que sufrió mucho desde el comienzo de su relación con el príncipe.
Antes de conocer a la reina, Harry le preguntó a Meghan si sabía quién era la familia y si tenía idea de cómo hacer una reverencia. Ella, ajena al mundo real, se preparó practicando las normas de etiqueta para causar una buena impresión. Su sufrimiento comenzó a partir de esa etapa. La duquesa de Sussex se refirió a la familia real como “The Firm”, un término que considera más apropiado para un negocio que para una familia solidaria.
Hubo lágrimas antes de la boda de Harry y Meghan
Durante los preparativos de la boda, Kate Middleton, duquesa de Cambridge, hizo llorar a Meghan al hablar sobre el atuendo de la “niña de las flores”. Kate quería que su hija, la princesa Charlotte, luciera perfecta, y su frustración se desató en Megan.
No lo menciono para desprestigiar a nadie; fue una semana muy difícil y ella estaba molesta por algo. Luego se disculpó, me trajo flores y dijo que lo sentía. Es algo que yo también haría si lastimara a alguien, asumir la responsabilidad por mis acciones.
Tres días antes de la boda pública, la pareja se casó en privado, deseando que solo estuvieran ellos, así que el arzobispo de Canterbury los unió en una ceremonia en el jardín del castillo.
Dejaron que la prensa la atacara
Después de su matrimonio, la presión sobre ambos aumentó exponencialmente.
Desde el principio, se pidió a mí y a mi entorno que mantuvieras el silencio, prometiéndonos seguridad en el proceso. Confié en eso.
No obstante, la prensa comenzó a atacarla sin cesar, mientras que en el palacio no hicieron nada al respecto. Permisivamente dejaron que los tabloides continuaran difamándola sin intentar limpiar su imagen.
Su primer embarazo no fue una “dulce espera”
Antes de hacer el anuncio de que esperaban a su primer hijo, tuvieron que informarlo a la reina, y el drama empezó. Todo giró en torno al título que recibiría el pequeño Archie. Desde el palacio les informaron que el niño no tendría un título nobiliario como sus primos, lo que implicaba que no contaría con seguridad por parte de la institución. Al parecer, estaban demasiado preocupados por cómo reaccionaría el público si el niño tenía un color de piel diferente, por lo que decidieron esperar antes de otorgarle un título.
La pareja optó por no revelar quién hizo los comentarios sobre el color de piel del niño, ya que las conversaciones fueron solo entre Harry y la familia. Cuando Oprah les preguntó sobre esto, respondieron:
Prefiero no compartirlo porque causaría mucho daño.
Meghan pensó en quitarse la vida
Una de las confesiones más impactantes de Meghan fue que durante su embarazo, contempló el suicidio.
Me resultaba embarazoso compartirlo, especialmente con Harry, considerando que él ya había sufrido muchas pérdidas. Pero ya no quería vivir. Acudí a la institución encargada de atender problemas familiares y les pedí ayuda, pero me dijeron que no podía hacerlo porque se vería mal.
Meghan recordó que antes de asistir a un evento en el Royal Albert Hall, le habló a su esposo sobre sus preocupaciones. Aunque intentó resistir, las lágrimas caían cuando las cámaras no las enfocaban. Esa noche, su amiga le envió una imagen en la que Harry le sostenía la mano con tal fuerza que sus nudillos se tornaron blancos. Ambos estaban luchando por soportarlo.
Debíamos asistir a ese evento y recuerdo que él decía: ‘no creo que puedas ir’ y yo solo respondí que no podía quedarme sola. Cada vez que las luces en el palco real se apagaban, lloraba.
Simplemente no quería vivir, y ese pensamiento era constante, real y aterrador.
Los ingresos del príncipe fueron recortados
La princesa Diana dejó herencias a sus hijos, siendo 10 millones de euros lo que correspondía a Harry. Desde el momento en que realizó el papeleo, sabía que su hijo algún día renunciaría a la corona. Su madre solo intentaba protegerlo.
Durante la entrevista, Harry reveló que la familia real le cortó los ingresos en el primer trimestre de 2020.
Mi familia literalmente me amputó financieramente en los primeros meses de 2020. Tengo lo que mi madre me dejó; creo que ella lo previó. Sentí su presencia durante todo este proceso.
Tras este recorte, la pareja firmó acuerdos con Netflix y Spotify.
No había contemplado firmar con nadie en particular y había diversas opciones, pero desde mi perspectiva, necesitaba asegurar el bienestar de mi familia, aunque el estatus había cambiado.
Nunca dejaron a la familia
La pareja solo necesitaba hacer una pausa frente a la constante presión que enfrentaban. Harry confesó que se mudó a California por razones de seguridad.
Fue angustiante. Busqué ayuda en todos los lugares donde pensé que podría encontrarla, lo hicimos ambos, por separado y juntos. Simplemente nos alejamos porque no recibimos el apoyo necesario, pero nunca nos alejamos de la familia.
Ya saben el sexo de su segundo bebé
Al final de la entrevista, tras tantas duras revelaciones, expresaron su felicidad por tenerse el uno al otro y su deseo de respetar las decisiones que la familia real ha tomado sobre ellos. Solo aspiran a llevar una vida tranquila y formar una familia colmada de amor. Además, anunciaron que están esperando una niña y que planean seguir expandiendo su familia. Meghan comentó que su historia con un príncipe sí está teniendo un final feliz.
Es más feliz que cualquier cuento de hadas que hayas leído.
