Israel se ha convertido en el primer país del mundo en prohibir la venta de pieles animales para la industria de la moda. Aunque para algunos pueda parecer un acto insignificante, para los defensores de los derechos de los animales representa un cambio histórico que repercutirá en el futuro.
Es fundamental recordar que la industria de la moda y la cosmética a menudo somete a los animales a dolorosas pruebas en busca de «beneficios» que se basan en la frivolidad y en el consumismo desmedido de sus consumidores. Afortunadamente, todo esto está a punto de cambiar.
El Ministerio del Medio Ambiente de Israel ha anunciado, mediante un decreto, la prohibición del comercio de pieles en la moda, marcando un hito a nivel mundial.
El comercio, así como la importación y exportación de pieles, quedarán prohibidos, exceptuando aquellos casos que respondan a necesidades de investigación, enseñanza y ciertas tradiciones religiosas. La industria de la piel ocasiona la muerte de cientos de millones de animales en todo el mundo, infligiendo una crueldad y sufrimiento indescriptibles.
– Gila Gamliel, ministra de Protección Ambiental
El uso de pieles y pelajes de la vida silvestre en la industria de la moda es inmoral y claramente innecesario. Los abrigos de piel de animales no pueden justificar la brutal industria que los produce. La implementación de estas regulaciones hará que el mercado de la moda en Israel sea más respetuoso con el medio ambiente y más compasivo hacia los animales.
– Gila Gamliel
Las acciones tomadas por Israel han sido aplaudidas por diversas organizaciones dedicadas a la defensa de la vida y los derechos de los animales, quienes han calificado este acto como un hecho histórico. Cabe destacar que ya existe un precedente en California, EE. UU., que también prohibió la venta de pieles en 2019, aunque esta legislación no fue tan estricta como la de Israel, que prohíbe completamente la comercialización de pieles.
Por último, la ministra Gamliel enfatizó que las pieles de animales no serán comercializadas ni utilizadas en la industria de la moda, aunque se podrán utilizar en casos de investigación científica, educación, y propósitos religiosos dentro de la comunidad judía.