Una mujer expresó su gratitud y reconoció la valiosa ayuda que recibió de un extraño cuando su hijo autista empezó a sentir ansiedad al querer regresar a casa. Natalie Fernando caminaba por la costa de Southend-on-Sea en Essex, Inglaterra, cuando su hijo Rudy, de cinco años, comenzó a inquietarse.
El episodio empezó cuando Natalie le informó a Rudy que era hora de regresar a casa, lo que llevó a Rudy a tirarse al suelo y emitir ruidos incontrolables. Este comportamiento es algo que el pequeño ha afrontado durante años a causa de su autismo.
En ese momento, un extraño se detuvo para asegurarse de que todo estuviera bien. El hombre, identificado como Ian y de 44 años, se acostó junto a Rudy en el suelo, conversando con él hasta que se sintió más tranquilo, y acompañó a la madre y a su hijo hasta su automóvil.
En una publicación en Facebook, Natalie compartió cómo Rudy a veces puede sentirse abrumado y cómo las acciones de Ian los ayudaron a evitar que el episodio durara una hora o más.
Rudy adora caminar, pero detesta cuando hay que regresar. Por eso, habitualmente tratamos de caminar en circuitos para evitarlo, aunque en una de sus caminatas favoritas cerca de los barcos, no tuvimos más opción que regresar. Esto casi siempre desencadena un ataque de ansiedad que suelo manejar. Sin embargo, esa vez fue demasiado para ambos.
Este hombre, mi héroe, vio a mi hijo en el suelo aquella mañana. Como cualquier persona, podría haber pensado que se trataba de un berrinche. Pero no, se acercó y le preguntó a Rudy su nombre, y cuando le expliqué, a pesar de no entender completamente, me dijo: ‘Está bien, me acostaré junto a él’.
Luego conversó con nosotros mientras caminábamos de vuelta al auto. Estoy profundamente agradecida con Ian; nunca olvidaré su amabilidad.
Natalie, quien también es madre de un hijo de 14 años llamado Eden y tiene dos hijastras, Eva y Layla, invitó a las personas a no juzgar a un padre en momentos difíciles con sus hijos, especialmente sin conocer las circunstancias.
Todos estamos en nuestro propio camino, enfrentando esta aventura de la mejor manera posible. A veces, un acto de bondad de un extraño puede cambiar nuestro día. Gracias, Ian de Southend-on-Sea; eres realmente una persona asombrosa.