La Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha informado que despedirá a Lulu, una labrador negra, ya que no parece disfrutar de su trabajo. Parece ser que laborar para el gobierno no es apto para todos.
Esta perrita se unió a la clase de 2017 del programa K9 para la detección de explosivos, pero una vez en el campo, prefirió jugar con los niños en lugar de buscar artefactos explosivos.
Lulu iba a tener un trabajo importante
Hasta hace poco, la perrita, de tan solo un año y medio, estaba recibiendo entrenamiento para un trabajo que la agencia describe como “la primera línea de defensa contra amenazas explosivas dirigidas al personal y edificios, tanto dentro como fuera de la sede de la agencia”.
Lulu fue una de las seis reclutas seleccionadas para el entrenamiento de hembras K9 en agosto. Era la más pequeña del equipo y demostraba una increíble habilidad natural para detectar explosivos.
La perrita se sintió desmotivada de un momento a otro
Lulu había realizado un excelente trabajo durante su fase de entrenamiento, que abarcó un mes y medio, donde aprendió a olfatear y detectar aromas de más de 20,000 explosivos distintos. Era la mejor del grupo, pero todo cambió al llegar al campo.
La labrador fue emparejada con un asistente del Departamento de Policía del Condado de Fairfax, en Virginia, para empezar un período de trabajo de 10 semanas. Sin embargo, a los pocos días, los entrenadores notaron que Lulu no mostraba interés, a pesar de los numerosos premios y golosinas que le ofrecían. Esperaban que en breve se recuperara, ya que perros como Lulu tienden a distraerse fácilmente.
Las semanas pasaron y Lulu no cambió
Después de intentar varias tácticas para reavivar su motivación, los entrenadores se dieron cuenta de que su desinterés no era pasajero; simplemente no quería estar allí. En un comunicado publicado en su sitio web, la agencia comentó:
«Incluso al motivarla con comida y juegos, fue evidente que no tenía interés a largo plazo. La prioridad de nuestros entrenadores es el bienestar físico y mental de nuestros perros, y por ello tomaron la difícil decisión de hacer lo mejor para Lulu y dejarla fuera del programa.»
Fue despedida por la CIA
Tras semanas de entrenamiento, se formó un fuerte lazo entre Lulu y su cuidador, lo que llevó a él y su familia a decidir adoptarla. Aunque ya no forma parte del equipo de élite, Lulu ha obtenido una recompensa mucho mayor: ahora vive con su hermano, otro labrador negro llamado Harry, y su nueva familia. La CIA también añadió en su comunicado:
«Ahora disfruta de sus días jugando con niños, explorando su patio trasero en busca de conejos y ardillas, y comiendo de su plato para perros. Aunque dejó su entrenamiento, Lulu sigue siendo una maravillosa mascota. La extrañaremos, pero esta fue la decisión correcta para ella. Le deseamos lo mejor en su nueva vida.»
Parece que a Lulu le gusta más jugar con los niños que buscar explosivos, y eso es perfecto, ya que ahora puede hacerlo a tiempo completo.
