La soledad en la adultez es un asunto que no recibe la atención que debería, afectando a miles de hombres y mujeres en todo el mundo. Esta situación provoca tristeza, depresión y una angustia difícil de imaginar. Sin embargo, un grupo de amigas ha decidido enfrentarlo.
Estas mujeres se han embarcado en una iniciativa llamada Sharing With Friends, donde comparten un hogar con el fin de combatir la soledad y la falta de vivienda en la tercera edad. Su labor ha sido reconocida y podría ser replicada en todo el mundo.
Maggie Shambrook, una de las usuarias de Sharing With Friends, tuvo una carrera exitosa y crió a tres hijos, pero al llegar a la adultez, perdió su trabajo, sus hijos establecieron sus vidas lejos de ella y la soledad se presentó en su vida.
“Perdí mi trabajo y la casa en la que había vivido durante 25 años. No logré encontrar un lugar en el mercado de alquiler privado porque estaba en Newstart. Solicité 30 propiedades y no pude encontrar ningún lugar donde vivir,” comenta.
De esta situación nació la idea de formar una comunidad donde mujeres en circunstancias similares pudieran apoyarse mutuamente.
Junto a cinco de sus amigas, creó Sharing With Friends, compartiendo los gastos de alquiler, alimentación y salud. Su pequeña comunidad cuenta con lavandería, biblioteca, jardines comunitarios, así como un espacio para hacer deporte y practicar yoga. Cada una dispone de su habitación privada.
En la actualidad, estas mujeres han dejado atrás la soledad en la tercera edad, se acompañan cada día y demuestran que nuestras amigas son nuestra mejor red de apoyo. Esperamos que más mujeres en el mundo se sumen a esta iniciativa.
