viernes, mayo 9, 2025

Dos abuelitos se encuentran en una lavandería y se casan a los 70 años.

Tras perder a su esposo, Sharon Kalmus-Brown, una mujer de 74 años, redescubrió el amor al conocer a Peter, de 77 años, en el área de lavandería del asilo donde ambos residen en Devon, Inglaterra.

Peter, quien también había sufrido la pérdida de su pareja ese mismo año, reunió el valor para acercarse a Sharon después de observarla varias veces en la lavandería. Con el tiempo, en marzo de 2018, solo cuatro meses después de iniciar su amistad, ambos se dieron cuenta de que estaban enamorados.

Sharon Kalmus-Brown y Peter

En diciembre del año siguiente, Sharon y Peter se unieron en matrimonio, rodeados de sus familiares y amigos más cercanos. Sharon había tenido un feliz matrimonio con Ronnie, quien falleció trágicamente en 2017 debido a cáncer.

«Fui muy feliz con Ronnie y nunca pensé que encontraría a alguien más. Soy una de las pocas personas afortunadas que disfrutó de un matrimonio increíble y ahora, gracias a Peter, estoy feliz de nuevo. Estoy segura de que Ronnie hubiera querido que yo volviera a encontrar la felicidad.»

Sharon Kalmus-Brown y Peter

En cuanto a Peter, se mudó al asilo FirstPort en noviembre de 2017, un año después que Sharon. El día que se conocieron, ella contemplaba con tristeza pasar su primera Navidad como viuda. Sin embargo, la decisión de Peter de hablarle iluminó lo que habría sido una temporada navideña difícil.

Ambos residían en el tercer piso, por lo que compartían el mismo día de lavandería. Comenzaron a charlar y descubrieron que compartían muchos intereses. «Pensé que era interesante y agradable. La primera vez que salimos, llevaba corbata».

Sharon Kalmus-Brown y Peter

Después de iniciar su relación y de compartir su romance con sus respectivos hijos, Sharon y Peter se casaron en una emotiva ceremonia en el Hotel Palace, ingresando al altar con la icónica canción «Stayin’ Alive» de los Bee Gees como un guiño a sus edades.

Hoy, la adorable pareja vive junta en el mismo departamento de FirstPort, donde sus hijos y nietos los visitan siempre que las restricciones por la pandemia de Covid-19 lo permiten. Juntos han disfrutado de una vida matrimonial feliz y cómoda, enfrentando los desafíos de la pandemia de la mano.

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