Es innegable que nuestra madre nos dio la vida, pero los stickers de WhatsApp nos dan ganas de disfrutarla a cada instante. Esta forma divertida de comunicarnos a través de imágenes o animaciones ha transformado nuestras conversaciones en algo mucho más ameno.
Estos stickers se hicieron tan populares que muchos usuarios comenzaron a crear sus propias colecciones, entre ellas la de Rohee, conocida como “la niña coreana de WhatsApp”. La pequeña alcanzó la fama gracias a sus expresiones tan singulares. Lamentablemente, a algunos no les gustó que se crearan estos stickers y están considerando demandar a quienes los utilicen sin su permiso.
No podremos usar las imágenes de la pequeña Rohee
Desde 2019, Rohee se volvió famosa por sus expresiones únicas y se convirtió en una sensación en memes y stickers. Todos la compartían, y aparentemente, esto no le molestaba a sus padres… hasta que comenzó a haber dinero involucrado.
Según sus padres, la niña ahora tiene varios contratos para publicidad y hasta para participar en programas de televisión, por lo que su imagen será exclusiva y quienes deseen usarla deberán pagar por ello.
En su cuenta de Instagram, Rohee cuenta con más de un millón de seguidores, pero en su biografía se puede leer: “No copies ni captures fotos sin permiso”.
Aunque esta advertencia está dirigida a quienes utilicen las imágenes con fines comerciales, si su madre, Jinmiran, decide registrar el nombre y la imagen de la niña, entonces nadie podrá usarlas. Según los términos de servicio de WhatsApp, podría detectarse el uso indebido de propiedad intelectual, lo que llevaría a que las imágenes sean bloqueadas o eliminadas inmediatamente.
La noticia sorprendió a sus seguidores. Sin embargo, las imágenes y stickers de la pequeña continuaron circulando en la red, por lo que su madre decidió tomar acciones legales y expresó que demandará a cualquiera que use las fotos de su hija.
Pero, al final, siempre habrá nuevos rostros o imágenes divertidas que podremos utilizar. Ahora dejemos que los padres hagan su “agosto” con la niña, porque, quién sabe, tal vez mañana sea olvidada. Así que por ahora… ¡duren!