Una de las protagonistas de Sex Education reveló cómo sufrió acoso por su apariencia en su adolescencia. Aimee Lou Wood se ha convertido en una de las actrices más reconocidas recientemente gracias a su papel en la exitosa serie de Netflix. Sin embargo, tuvo que enfrentar varias inseguridades en su camino.
En junio, Wood recibió un BAFTA por su talento. A pesar de su notable éxito y los millones de seguidores que la admiran, la actriz confesó que fue objeto de bullying durante años en su juventud. Hace unos meses, decidió enfrentar al responsable del acoso que sufrió en gran parte de su adolescencia.
Él me llamaba Bugs Bunny constantemente. Le envié un mensaje y me dijo que siempre ha pensado en lo que hizo y que se siente muy culpable. Fue como una catarsis para mí.
Aunque la disculpa fue suficiente para Aimee, aún hay momentos de su pasado que la han dejado huella. Sufrió de anorexia y bulimia mientras estudiaba en la Academia Real de Artes Dramáticas. Fue gracias a un grupo de compañeros que le ofrecieron ayuda que Wood decidió comenzar terapia para enfrentar su trastorno alimenticio.
Cuando mis compañeros me confrontaron, me sentí traicionada. ¿Cómo podían hacerme algo así? Pero tenían razón. Siempre he sido alguien que busca complacer a los demás. De repente, dejé de comer y sentí la necesidad de hacerme daño, era porque había comprometido mi propia integridad y no expresaba lo que realmente sentía; era como un cúmulo de todo.
Estas inseguridades y el miedo a expresar lo que realmente piensa son algunas de las razones por las que Aimee solía dudar que obtendría papeles importantes debido a su apariencia, especialmente por sus dientes o el tipo de belleza que posee.
Primero audicioné para el papel de Lily. Pensaba que el personaje de una chica nerd era más adecuado para mí porque no encajaba en el molde de las chicas bonitas de la televisión. Creí que los directores de casting solo eran amables al preguntarme si quería audicionar para el papel de Aimee. No pensé que podría obtenerlo por no tener esa belleza convencional.
Sin embargo, tras años de terapia, Aimee Lou ha conseguido grandes oportunidades en su carrera. Recientemente, terminó de rodar la película Living. Aun así, la actriz está decidida a no dejar que sus sentimientos queden en segundo plano, reconociendo que lo más importante es expresar lo que siente y piensa.
Ahora lloro con frecuencia. Si leo un poema que me toca, me convierto en un mar de lágrimas. Es un impulso. Me siento muy conectada conmigo misma y no me siento avergonzada. Creo que de eso trata la vida: ser feliz, triste, amargo, todo al mismo tiempo.
