Miranda McKeon se hizo conocida por su interpretación del personaje Josie Pye en la serie Anne with an E. Su actuación fue tan impresionante que los fans quedaron cautivados rápidamente, lo que llevó a una gran sorpresa cuando anunció que a los 19 años había sido diagnosticada con cáncer de mama.
En una conmovedora publicación en su cuenta de Instagram, la actriz compartió que era una de esas chicas excepcionales, pues su diagnóstico era poco común. Esto la impulsó a reforzar su idea de que debía luchar para vencer la enfermedad. Tras someterse a tratamientos de quimioterapia, así es como se ve Miranda McKeon.
Una formidable luchadora
Al enterarse de su enfermedad, los médicos le informaron que tendría que someterse a varias sesiones de quimioterapia. En todo momento, la actriz hizo un esfuerzo por mantener a sus seguidores al tanto de su progreso, publicando en redes sociales cada vez que tenía la oportunidad.
Sé que muchas de mis seguidoras son chicas jóvenes; por favor, no dejen que mi historia les asuste. Mi caso es realmente raro, tanto así que es uno en un millón. En Estados Unidos, solo el 4% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama tiene menos de 40 años.
Un cambio mostrado en sus publicaciones
A través de sus redes sociales, Miranda afirmó que no sentía temor, ya que sus médicos tenían un plan para enfrentar la enfermedad mediante quimioterapia, radiación y cirugía. Con toda la valentía, comenzó su tratamiento.
Me siento frustrada porque estoy muy cansada y no logro concentrarme en las cosas que más amo.
En las primeras publicaciones, compartió que había cortado su cabello, ya que se estaba preparando para perderlo. También fue honesta al confesar que ese era su mayor temor. Para ella, lo más difícil es sentir debilidad y enfermedad constantemente, pero a pesar de eso, no ha perdido el optimismo ni su deseo de seguir luchando.
Con respecto a los efectos secundarios que experimenta, la actriz mencionó una constante picazón en el cuerpo, úlceras en la garganta y boca, además de la pérdida de cabello que suele acompañar a la quimioterapia.
Miranda es una verdadera luchadora y, hasta ahora, ha mantenido su fortaleza y su espíritu juvenil y alegre. Poco antes de su última sesión de quimioterapia, la actriz decidió raparse la cabeza y compartir su transformación con todos sus seguidores, superando así su mayor miedo.
No es simplemente ‘un cabello’ y no se trata de que ‘eventualmente volverá a crecer’; durante estos meses, me he dado cuenta de que el cabello es una extensión de la feminidad. Nunca había entendido cuánto disfrutaba sentirme bonita y cómo mi cabello influía en mi autoimagen.
Es una mujer hermosa y, con este cambio, ha llegado a comprender que su verdadera belleza proviene de su personalidad, su vulnerabilidad, la forma en que trata a los demás, y sobre todo, de su fortaleza para enfrentar esta difícil lucha.
