La princesa Mako de Japón renunció a su estatus real al casarse con Ki Komuro, un ciudadano común y compañero de universidad. Para Mako, Ki ha sido alguien irremplazable desde su primer encuentro, a pesar de los escándalos que han rodeado su relación.
Tras años de críticas, rumores y controversias que han afectado su salud mental, la pareja anunció en una conferencia de prensa en un hotel de Tokio que contrajeron nupcias el pasado martes. Aunque no proporcionaron más detalles, ahora son oficialmente marido y mujer.
Mako y Komuro se conocieron hace casi una década durante su etapa universitaria y compartieron planes para casarse en 2013. Esto significó que Mako tendría que renunciar a sus títulos reales para poder casarse con un “plebeyo”.
Inicialmente, su decisión fue recibida positivamente en un país donde la familia imperial es sometida a un estricto escrutinio y se espera que mantenga las tradiciones. Sin embargo, la situación cambió rápidamente cuando los medios revelaron que la madre de Komuro estaba involucrada en un escándalo financiero.
Los informes revelaron que la madre de Komuro no había pagado una deuda de aproximadamente 35 mil dólares a su exprometido, lo que ponía en duda la estabilidad financiera de Komuro. Poco después, la pareja anunció que su boda se posponía debido a la falta de tiempo para planearla.
Komuro expresó su arrepentimiento por cómo los problemas de su madre habían complicado los preparativos de la boda y se comprometió a resolver la disputa financiera, aunque se alegó que el dinero en cuestión había sido, en realidad, un regalo.
La intensa cobertura mediática y el escrutinio sobre su relación afectaron considerablemente la salud de Mako, sobrina del emperador Naruhito. La casa imperial incluso reveló que la princesa sufría de un trastorno de estrés postraumático debido al acoso mediático.
A pesar de las adversidades, la pareja finalmente se casó. Mako decidió omitir los rituales de boda tradicionales y rechazó el pago de 1.2 millones de dólares que se concede a cada mujer de la familia real antes de abandonar la casa imperial, convirtiéndose en la primera mujer en la historia en hacerlo.
“Ki es irremplazable para mí. Para nosotros, el matrimonio es una elección necesaria para vivir mientras cuidamos y amamos nuestros corazones”, expresó Mako.
La pareja planea mudarse a Estados Unidos, donde Komuro trabaja como abogado. Este cambio ha generado comparaciones con Meghan Markle y el príncipe Harry, duques de Sussex, llevando a los medios a apodar a Mako y Komuro como los Harry y Meghan de Japón.