Durante la pandemia, las redes sociales y las aplicaciones de citas ganaron gran relevancia, ya que su uso se convirtió en una herramienta vital para mantener el contacto con nuestros seres queridos y para conocer a nuevas personas.
Desafortunadamente, esto también dio pie a un aumento de estafas y engaños, como el caso de un joven que invirtió todos sus ahorros para viajar más de mil kilómetros con el propósito de conocer a su «novia virtual», quien nunca apareció.
Mateus, un joven de 18 años originario de Brasil, pensó que había encontrado al amor de su vida a través de una popular app de citas. Su relación duró dos años, pero el final fue devastador.
Mateus y Luana (quien conoció en las redes) mantuvieron una relación virtual durante dos años, durante los cuales intercambiaron mensajes y realizaron llamadas telefónicas. La relación parecía progresar tan bien que Mateus decidió mudarse a Osasco, un municipio en Brasil, para estar junto a ella.
El joven trabajó arduamente y ahorró cada centavo que pudo, enviándoselo a Luana para que lo gestionara, quedándose con lo suficiente únicamente para costear su boleto de autobús. Sin embargo, al dejarlo todo y viajar más de mil kilómetros, se encontró con la desagradable sorpresa de que Luana no apareció para recibirlo, incluso lo bloqueó en todas sus redes sociales.
Desesperado y decepcionado, Mateus tuvo que pernoctar en la terminal de autobuses. Después de varias horas, solicitó ayuda a los soldados que estaban en la zona, a quienes les explicó su situación y cuánto se sentía avergonzado.
Los soldados tranquilizaron al joven, diciéndole que no tenía motivo para sentirse avergonzado, ya que su único «delito» fue creer en alguien que manipuló sus sentimientos. Finalmente, los soldados organizaron una colecta entre ellos, logrando reunir cerca de 90 dólares, que fueron suficientes para que Mateus pudiera comprar un boleto de regreso a su hogar.
Mateus decidió compartir su vivencia en las redes sociales para advertir a quienes pudieran encontrarse en una situación similar y, al mismo tiempo, agradecer a los soldados que lo ayudaron a regresar a salvo a su hogar.
