Para muchos adultos independientes, tener un auto propio es un sueño, y este fue precisamente el caso de Luly, una usuaria de Twitter que frecuentemente imaginaba conduciendo el auto de la revista de su abuelo: un Fiat 128.
Tras varios años de trabajo y ahorro, Luly logró reunir el dinero necesario, compró el vehículo y rápidamente se tomó algunas fotos junto a él para compartir en sus redes sociales. Su intención era celebrar su logro, pero la reacción de los internautas fue negativa, recibiendo críticas por elegir un automóvil de un modelo antiguo. Esta situación generó controversia y un desenlace inesperado.
Luly también compartió su éxito en Instagram, junto con un mensaje que refleja su esfuerzo, sueños y logros.
Desde pequeña soñé con que llegara este momento; parecía que fue ayer cuando, revolviendo las cosas de mi abuelo Antonio, encontré una revista desgastada con fotos y anuncios de Fiat. Al menos 16 años han pasado desde entonces. Hoy, a mis 21 años, finalmente tengo ese auto que capturó mi interés de niña, estacionado en mi garaje.
Lamentablemente, los comentarios crueles no se hicieron esperar; algunos afirmaban que su esfuerzo fue mínimo para comprar un auto tan viejo, diciéndole que probablemente lo encontró abandonado o que su abuelo se lo heredó porque ya no lo quería.
Luly se sintió devastada por tanto odio, sin entender por qué a algunos les incomodaba su éxito. Sin embargo, otros usuarios de Twitter salieron en su defensa, felicitándola por cumplir su sueño y recordándole que todo es posible. Ella tuvo en cuenta esos comentarios y cerró el tema con una nueva fotografía de su auto y un mensaje que dejó a sus críticos sin palabras.
Agradezco a todos los que enviaron buenas vibras, a aquellos que felicitaron y compartieron anécdotas o palabras amables. A quienes dejaron comentarios negativos, les deseo mucho amor, porque si les importa tanto lo que hace alguien a quien no conocen para criticar, entonces realmente lo necesitan.