La idea de que las mujeres deben optar entre una carrera profesional y disfrutar de su maternidad debería ser un concepto del pasado, especialmente en pleno siglo XXI, donde hemos visto grandes avances en los derechos de las mujeres y la percepción sobre las madres trabajadoras, así como su papel vital en la sociedad.
No obstante, esta realidad no se aplica en todos los lugares, ya que hay contextos en los que aún se impide que las trabajadoras lleven a sus hijos. Un ejemplo de esto es el Parlamento británico, donde recientemente una de sus miembros fue objeto de controversia.
No se permiten niños en el Parlamento
La diputada del Partido Laborista, Stella Creasy, publicó en Twitter una política del Parlamento que indica que está prohibido llevar niños al mismo.
Stella acompañó su tweet con el correo que recibió informándole sobre esta normativa. En el correo se menciona que Stella llevó a su bebé al Salón Westminster, lo cual contraviene las Reglas de comportamiento y cortesía de la Cámara de los Comunes.
Apparently Parliament has written a rule which means I can’t take my well behaved, 3-month old, sleeping baby when I speak in chamber. (Still no rule on wearing masks btw).
Mothers in the mother of all parliament are not to be seen or heard it seems….#21stCenturyCalling pic.twitter.com/rKB7WbYQrL
— stellacreasy (@stellacreasy) November 23, 2021
Aparentemente, el Parlamento ha establecido una regla que impide que lleve a mi bebé de tres meses, bien comportado y dormido, cuando asista a la Cámara (por cierto, todavía no hay ninguna regla sobre el uso obligatorio de mascarillas).
Parece que en la madre de todos los Parlamentos, las madres no deben ser vistas ni escuchadas.
“No se trata solo de mí”
Stella no solo abordó este tema en Twitter, sino que también escribió un artículo/ensayo para el periódico The Guardian, donde menciona que, a pesar de trabajar en el lugar donde se crean las leyes del Reino Unido, muchas de ellas no se aplican a su situación, dado que tuvo que regresar a trabajar dentro de las dos semanas posteriores a su parto, ya que, según las leyes británicas, nadie puede reemplazarla en las sesiones.
No se trata solo de mí, sino de los derechos de todas las mujeres y de los obstáculos que impiden que tengamos un papel integral en la política.
Stella también subrayó que no es la primera vez que lleva a su hijo a las sesiones del Parlamento y que, en ocasiones previas, había llevado a su hija, por lo que el llamado de atención fue inesperado.
¿Qué sigue?
Este caso ha captado la atención de medios internacionales, y según Sir Lindsey Hoyle, presidente de la Cámara de los Comunes, ya se ha solicitado una revisión de las reglas, resaltando la importancia de que las personas con hijos puedan cumplir con sus funciones en el Parlamento, que ya cuenta con una guardería.
Es fundamental revisar las reglas en su contexto y reconocer que pueden cambiar con el tiempo.
