¿Te imaginas conocer al amor de tu vida desde los cuneros? Aunque parezca una idea descabellada, ha sucedido en la vida real, y aquí te lo contamos. Ruth Cohen y Shery Rosenstein se conocieron en una escuela secundaria en California, Estados Unidos, y desde entonces han sido inseparables.
De hecho, son tan unidas que, por azares del destino, ambas se embarazaron casi al mismo tiempo. Como era de esperarse, sus hijos crecieron siendo grandes amigos. Sin embargo, terminaron enamorándose y ahora son marido y mujer, pues llegaron al altar para jurarse amor eterno.
Ruth Cohen y Shery Rosenstein han sido amigas desde la secundaria. Al finalizar sus estudios universitarios, ambas quedaron embarazadas casi al mismo tiempo. Ruth tuvo una hija llamada Maddie y Shery, un hijo llamado Adam, quienes crecieron prácticamente juntos e incluso compartieron escuela en algunas ocasiones. Aunque sus madres veían su relación como una simple amistad, Maddie y Adam terminaron enamorándose y se casaron.
Su historia fue publicada en la revista People, donde comentaron que prácticamente se conocen desde los cuatro meses de edad. Al principio, su convivencia era esporádica y solo se veían unas cuantas veces al año. Sin embargo, al cumplir 14 años, su relación se tornó más estrecha, intercambiándose mensajes y haciendo videollamadas constantemente.
“Ella era la amiga con la que podía hablar de todo, incluso de las cosas que no quería compartir con nadie. Había algo en ella que la convertía en la mujer ideal y perfecta a mis ojos.”
– Adam
Cuando ingresaron a la universidad, sufrieron un pequeño distanciamiento debido a que no estaban en las mismas instituciones. Sin embargo, la comunicación se mantuvo a través de mensajes, viajes esporádicos y llamadas. Entonces, Maddie tuvo el valor de visitar a Adam en su facultad para tener su primera cita.
Desde ese momento, su amor creció rápidamente, fortaleciendo su relación y sorprendiendo a sus respectivas madres, quienes no podían creer que ambos se amaran. Tiempo después, formalizaron su relación, comprometiéndose y llegando al altar para jurarse amor eterno. Su historia es digna de un cuento de hadas.