El pasado domingo, Jennifer Lawrence mostró de la mejor manera su encantadora pancita de embarazada en la ciudad de Nueva York, tres meses después de confirmar que espera su primer hijo junto a su esposo Cooke Maroney.
La actriz de 31 años lució una pancita notablemente más desarrollada en comparación a su apariencia hace dos semanas en el Lincoln Center, vistiendo un hermoso vestido diseñado por Dior mientras desfilaba junto a Leonardo DiCaprio en el estreno mundial de la película Don’t Look Up.
La anticipada producción de Netflix se centra en dos astrónomos poco reconocidos que logran descubrir un enorme y peligroso cometa en rumbo de colisión con la Tierra, y por ello intentarán llevar a cabo una gira mediática para advertir al gobierno de Estados Unidos y al resto del mundo.
Aunque Cooke, el esposo de Lawrence y director de galerías de arte, no asistió al evento, la pareja se casó en 2019 en una ceremonia íntima donde estuvieron presentes artistas como Emma Stone y Adele. Hace apenas unas semanas, la actriz compartió algunas reflexiones sobre su embarazo y cómo planea salvaguardar su privacidad.
Estoy agradecida y emocionada por convertirme en madre, pero realmente deseo hacerlo de manera privada. Si estuviera en una cena y alguien me felicitara, no reaccionaría de manera exagerada; sin embargo, mi instinto me impulsa a proteger la privacidad de mi bebé por el resto de su vida. No deseo que nadie sienta el derecho de interferir en su existencia y creo que puedo lograrlo al no incluirlo en esta parte de mi carrera.
Esta premiere es la primera alfombra roja para la actriz en más de dos años, desde el estreno de Dark Phoenix en 2019. Lawrence reveló recientemente que decidió dar un paso atrás y tomarse un descanso, ya que sentía que el público se estaba cansando de verla en todos lados: películas, eventos, programas, etc.
