Recientemente, Adele volvió a los escenarios y aprovechó para ofrecer varias entrevistas donde habló sobre su trayectoria profesional, su vida personal, su hijo Angelo y su relación con su padre. En este último aspecto, la cantante reveló que la creación de su nuevo álbum la ayudó a perdonar a su padre.
Mark Evans tuvo escaso contacto con su hija tras separarse de Penny Adkins y regresar a Gales cuando Adele tenía solo tres años. No obstante, la artista confesó que, después de reflexionar durante más de 20 años, decidió reconciliarse con Evans poco antes de que este falleciera de cáncer de intestino.
En un diálogo con Rolling Stone, Adele compartió que una de las lecciones más significativas al intentar reparar su relación con su padre, a quien vio unos meses antes de su muerte para escuchar juntos su nuevo álbum 30, fue la revelación del amor que realmente sentía por él.
Creo que no comprendía la profundidad de mis sentimientos hasta que hablamos. Fue una de mis mejores amigas quien me animó a reconectarme con él antes de que fuera demasiado tarde.
El tan esperado reencuentro resultó ser tan espontáneo y confortable que Adele decidió llevar a su hijo Angelo para que pudieran conocerse. Tras el fallecimiento de Evans, la cantante confesó sentirse en paz, ya que logró sanar el peso y sufrimiento acumulado por años de abandono.
Fue como si hubiera liberado un grito desgarrador y algo se hubiera ido. Desde entonces, me he sentido muy tranquila. La realidad es que sí logré liberar a la pequeña yo del pasado.
Por otro lado, en una charla con Oprah Winfrey, Adele reveló que experimentar el abandono y la separación de sus padres le causó sufrimiento en su juventud, especialmente en sus relaciones amorosas.
La total falta de interés y esfuerzo por parte de mi padre fue la herida más profunda. Tenía cero expectativas de las personas, porque aprendí a no esperar nada de nadie gracias a mi papá. Él fue la razón por la que me ha costado entender lo que es tener una relación verdaderamente amorosa.
El comportamiento de Evans también impactó sus perspectivas sobre el matrimonio, el amor y la familia. La cantante explicó que la noción de divorciarse de Simon Konecki representaba un gran fracaso para ella, no solo como esposa, sino también como madre.
He estado obsesionada con tener una familia completa porque nunca la tuve. Desde pequeña, me prometí que, cuando tuviera hijos, toda la familia estaría unida. Y realmente lo intenté durante mucho tiempo.
Sin embargo, el matrimonio con Konecki no funcionó, y Adele comprendió que debían separarse, a pesar de que fue una de las decisiones más dolorosas que tuvo que tomar, sobre todo por su deseo de respetar el vínculo matrimonial y crear una familia feliz.
Tomo el matrimonio muy en serio, pero ahora parece que no es así. Es como si hubiera faltado al respeto al casarme y luego divorciarme tan rápidamente.
A pesar de que la ausencia de su padre causó estragos en su vida y salud emocional, Adele logró sanar esas heridas y reconstruir su relación con Evans en sus últimos años. De hecho, cuando escucharon su nuevo disco juntos, pudieron dialogar sobre las canciones y compartir sus favoritas.
Sus favoritas eran las mismas que las mías, lo cual fue increíble, y él me dijo que estaba orgulloso de mí por haberlo creado. Fue una experiencia muy sanadora. Con su muerte, sentí que finalmente se cerró una herida.