Hay personas que, debido a su mayor poder adquisitivo, se sienten con el derecho de ofender, menospreciar e incluso humillar a los demás. Justo como le ocurrió a esta mujer, quien, tras recibir un comentario sobre la apariencia de su casa, respondió de una manera que la hace destacar.
Eurides Santos Silva, una mujer de 49 años que reside en el barrio Jardim Aero Ranch en Campo Grande, Brasil, compartió en una entrevista con el medio local Campo Grande News que recientemente fue objeto de discriminación por parte de un vecino que intento humillarla al decir que su casa “era de pobres”, por ser una vivienda modesta. Lejos de enojarse, ella decidió usar su imaginación y buscar la forma de embellecer su hogar, añadiendo detalles que reflejan su personalidad.
Me dijeron que mi casa era de pobres, una casa fea. Después de ser humillada, me sentí muy triste y caí en depresión. Empecé a pintar para que la casa no luciera fea.
Con materiales reciclables y un poco de pintura, creó adornos para embellecer la fachada. Además, pintó flores en las paredes, tanto en el exterior como en el interior de su hogar.
Esta decoración resultó ser una iniciativa ecológica, ya que usó botellas de refresco, envases de yogur, latas y bandejas de plástico, convirtiéndolos en hermosos móviles en forma de mariposas, soles, estrellas y flores, que capturan la atención de quienes pasan por su calle.
La semana pasada, un hombre pasó por aquí, quedó encantado y me pidió uno. Como tenía sobrantes, le di uno. No lo vendo, pues es muy sencillo.
Aparte de los objetos colgantes, pintó florecitas en las macetas de sus plantas y en el bote de basura en la fachada. Más allá del valor sentimental, las artesanías hechas por Eurides tienen la cualidad de brillar por las noches, y a ella le encanta el sonido que producen con el viento.
Eurides tardó dos meses en transformar su hogar, siempre buscando maneras de darle utilidad a los objetos que pueden ser reutilizados.
No hay nada original; es solo amor y dedicación.
Para Eurides, esto es más que una casa; es el hogar que comparte con su esposo Carlos y tres de sus cuatro hijos, quienes la inspiran a poner un toque especial que la hace sentir orgullosa de su vivienda.
Utilizó yeso para reparar algunas paredes y, con pinturas de colores, decoró la sala, la cocina y los dormitorios, pintando flores verdes, amarillas, rosas y rojas en diversas formas y estilos que dan una cálida bienvenida a todos los que entran.
Lo hice para demostrar que cualquiera puede lograrlo. Puedes ver algo que te gusta, intentarlo y dejar volar tu imaginación. Me siento mejor; es como una terapia.
La decoración de su hogar apenas comienza, ya que Eurides tiene muchas más ideas de adornos que planea incluir, como una cortina hecha de cintas de casete que pertenecen a su marido. Por ahora, el siguiente paso es pintar el contorno de las flores en la pared.
Tengo pensado hacerlo hoy; quiero pintar aquí porque los colores deben combinar. Todos los adornos tienen un significado especial para mí; pueden llamarlo basura, pero para mí tiene valor.