Los últimos dos años, marcados por las restricciones de convivencia impuestas como medidas de protección ante el covid-19, han sido muy difíciles. Muchas personas han tenido que pasar meses enteros sin ver a sus seres queridos, mucho menos abrazarlos y disfrutar de su compañía.
Las restricciones han sido aún más severas para los adultos mayores, quienes están en mayor riesgo. Aunque es vital ser más cuidadosos con ellos, el aislamiento de sus seres queridos también les afecta profundamente. Imagínate que un día te informan que no puedes ver a tu pareja de décadas, ni siquiera saber cuándo podrán reunirse, a pesar de estar en el mismo hospital.
Toda una vida juntos
Esto le sucedió a una pareja inglesa que estuvo 100 días sin verse debido a las medidas de protección sanitaria. George y Joyce Bell, que actualmente tienen 89 y 87 años respectivamente, se conocieron en el bachillerato y han estado juntos durante 66 años. A lo largo de casi siete décadas, han vivido en su hogar en el norte de Inglaterra, y son muy pocas las noches que han pasado separados. Sin embargo, todo cambió cuando ambos sufrieron caídas y tuvieron que ser ingresados en una clínica de rehabilitación física.
George fue admitido primero, pero Joyce también tuvo que ser hospitalizada pronto debido a una fractura de cadera. Los protocolos sanitarios impidieron que se vieran, y así pasaron 100 días separados. Finalmente, la salud de Joyce mejoró lo suficiente como para ser trasladada al ala donde estaba George, y su reencuentro fue sumamente conmovedor.
El amor no se acaba
Cuando por fin pudieron reunirse, las lágrimas brotaron y ni el personal médico pudo contener la emoción ante un momento tan tierno. Un miembro del equipo declaró:
Cuando se reunieron, fue evidente el amor que aún se tienen, incluso después de 66 años juntos. Fue un momento muy emotivo. Todo el mundo estaba llorando y casi todo el personal tuvo que salir porque fue realmente conmovedor.
“Nunca te volveré a dejar sola”
George y Joyce estaban radiantes, pues no podían creer que finalmente estaban juntos de nuevo. Ambos se mostraron muy emocionados en los días previos al reencuentro. Joyce, llena de nervios, incluso le confesó al personal que se sentía como una niña pequeña de nuevo. Sobre su reunión con su marido, Joyce comentó:
Le dije que siempre estaría allí para él, sin importar la circunstancia. Él me abrazó con fuerza y me dijo que nunca me volvería a dejar sola.
Por ahora, George y Joyce tienen habitaciones separadas y cada uno duerme en la suya, pero al menos se ven todos los días. El personal médico espera que pronto puedan irse juntos a casa y seguir escribiendo su hermosa historia de amor.
