El embarazo es una experiencia única para cada mujer; algunas pueden enfrentar dificultades que las llevan a no repetirlo, mientras que otras disfrutan tanto que deciden volver a vivirlo. Un caso sorprendente es el de una mujer que ha causado controversia al afirmar que disfruta tanto el embarazo que, después de haber dado a luz a nueve bebés, se considera adicta a esta etapa.
La protagonista de esta historia es Laura McCarthy, una inglesa que, en una entrevista con The Sun, comentó que el embarazo puede volverse adictivo, especialmente cuando se convierte en un acto de altruismo. A sus 33 años, tiene cuatro hijos biológicos y ha dado a luz a cinco bebés más como madre subrogada para parejas que no pueden tener hijos.
Su primer bebé como madre subrogada fue una niña que nació hace 11 años y ocho meses. Luego tuvo gemelos, un niño y una niña.
Todos sus embarazos como madre subrogada han sido posibles gracias a la fertilización in vitro (FIV), utilizando el óvulo y el esperma de los padres futuros para crear un embrión que luego se introduce en su útero.
“Me encanta ser madre; es el mejor trabajo del mundo y me encanta poder ayudar a alguien a cumplir su sueño de ser padre. Quiero desmitificar las ideas erróneas sobre las madres subrogadas”, compartió Laura.
Laura ha tomado medidas para asegurarse de que puede continuar este trabajo con buena salud, y decidió perder peso para seguir alquilando su vientre.
“Habiendo tenido nueve bebés y deseando más, no podía arriesgarme a tener un décimo bebé con sobrepeso, considerando los factores de riesgo asociados”, explicó.
Desde pequeña, Laura siempre soñó con ser madre y, al crecer, sentía tristeza por aquellos que no podían tener hijos de manera natural.
Tras tener a sus dos primeros hijos, Laura decidió convertirse en madre sustituta influenciada por un programa de televisión, para ayudar a otros a ser padres. Durante el embarazo, mantiene contacto con las familias de los bebés y luego del parto, les explica a los niños cómo llegaron al mundo.
“Ese amor incondicional que sentí me hizo pensar en cuán afortunada era, y si podía ayudar a otros, ¿por qué no? Quería que otros pudieran experimentar ese amor por sus propios hijos”, reflexionó.
Laura desmiente la percepción de que las madres sustitutas se apegan en exceso a los bebés, asegurando que, aunque cuidan de ellos, no sienten el mismo vínculo emocional que experimentan con sus propios hijos.
A pesar de que muchos creen que ser madre subrogada es altamente remunerado, en Reino Unido es ilegal pagar por la subrogación, por lo que se considera una práctica altruista donde solo se reembolsan los gastos del embarazo.
No obstante, Laura no lo hace por dinero; su objetivo es crear conciencia sobre el tema y comenta que en Facebook existen grupos de apoyo entre las madres sustitutas. También describe la experiencia de entregar al recién nacido a sus padres como algo indescriptible y emocionante.
“Una vez que ves al bebé en brazos de sus padres, puedes percibir de inmediato ese amor incondicional. Es una experiencia que vale la pena; puede llegar a ser adictiva”, afirmó.
Para Laura, estar embarazada no es un desafío, ya que su cuerpo se adapta bien y nunca ha tenido complicaciones durante el parto.
A pesar del apoyo de sus padres y sus hijos, Laura dice que si en algún momento tiene problemas de salud durante un embarazo o un parto, se detendrá de ser madre sustituta, consciente de que sus propios hijos la necesitan.
Actualmente, espera llevar en su vientre el bebé de un padre soltero, utilizando un óvulo donado, aunque aún no ha logrado quedar embarazada. Su historia se ha viralizado en las redes sociales, donde ha recibido críticas y también muchos comentarios de apoyo a su labor.