A pocos días de comparecer ante el tribunal de Fairfax, Virginia, en medio del tumultuoso juicio por difamación de Johnny Depp, Amber Heard decidió despedir sorpresivamente a todo su equipo de relaciones públicas encargado de gestionar su imagen.
Según los reportes, parece que a la actriz “no le gustan los titulares negativos” y, como un último intento por preservar su reputación, ha decidido contratar una nueva empresa de consultoría para reemplazar a su equipo anterior de relaciones públicas.
Este despido puede ser un indicativo de que las cosas no van del todo bien para la estrella de Aquaman, ya que ocurre en medio de un intenso bombardeo mediático en su contra y mientras se prepara para testificar y presentar su caso esta semana.
Heard, quien previamente contaba con un contrato con la firma Precision Strategies para mejorar su comunicación con la opinión pública en el tribunal, decidió finalizar su relación con ellos al considerar que su trabajo no le beneficiaba, ya que se sentía “frustrada con la prensa”. Un representante de la firma confirmó que ya no colaboran con la actriz, aunque no proporcionó más detalles al respecto.
La nueva firma que apoyará a Heard es Shane Communications, dirigida por David Shane, quien ha presentado información desfavorable en contra de Johnny Depp en el pasado. En 2017, esta compañía abordó las acusaciones realizadas por los exgerentes comerciales del actor, afirmando que la estrella de Piratas del Caribe “necesitaba contratar a un psiquiatra debido a sus hábitos compulsivos de gasto, que ascendían a dos millones de dólares al mes”.
