Desde junio pasado, las inundaciones sin precedentes en Pakistán, provocadas por lluvias monzónicas históricas, han destruido caminos, cultivos, infraestructura y puentes, resultando en al menos 1136 fallecidos y 33 millones de personas afectadas.
El alcance y la gravedad de las inundaciones en el país asiático, resultado de dos meses de lluvias monzónicas inusualmente intensas, han llevado a comparaciones con las devastadoras precipitaciones de 2010. Sin embargo, en ciertos aspectos, este evento podría superar ese referente.
Las autoridades paquistaníes atribuyen estos eventos climáticos extremos al cambio climático, además de señalar que el país está padeciendo las consecuencias de prácticas ambientales irresponsables en otras partes del mundo.
Decenas de miles de familias han abandonado sus hogares en busca de seguridad, trasladándose a casa de familiares o a campamentos gestionados por el gobierno, mientras que otros han pasado la noche al aire libre, esperando alimentos, asistencia, así como tiendas de campaña y medicinas.
Según la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres de Pakistán (NDMA), más de 80 mil hectáreas de tierras de cultivo, más de 3400 kilómetros de carreteras y 149 puentes han sido destruidos por las inundaciones.
El 30 de agosto, durante una rueda de prensa, el primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, describió las inundaciones como “las peores en la historia del país”. También indicó que las pérdidas económicas podrían alcanzar al menos diez mil millones de dólares, necesarios para reconstruir la infraestructura y proporcionar ayuda humanitaria.
Imágenes satelitales publicadas por Maxar Technologies han revelado la magnitud total de las mortales inundaciones en Pakistán. Las fotografías muestran una visión general de casas, pueblos y campos cerca de la ciudad de Rojhan, en el distrito de Rajanpur, capturadas el 24 de marzo de este año, en comparación con las del 28 de agosto pasado.